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Escher en el PAN de Nápoles con su "Metamorfosis II"

Más de 200 obras del holandés Maurits Cornelis Escher en el PAN de Nápoles, una oportunidad única de ver hasta el 22 de abril.

Escher en el PAN de Nápoles con su "Metamorfosis II"

¿Cuáles podrían ser los complicados mecanismos neuronales que permiten al ser humano concebir, elaborar mentalmente y luego verter sobre el papel imágenes y figuras imposibles, impensables, indescifrables?

¿Qué diablos puede pasar en la mente cuando figuras, objetos, animales materializan ese agregado e inmediatamente después se desintegran, materializan y luego se desvanecen?

A los ojos, profanos, de los que observan todo esto, sólo queda una sensación de admiración y confusión total mezclada con una admiración infinita. El mismo sentimiento que se puede experimentar al acercarse al pensamiento, al lápiz, al genio. De hecho, son pocos los artistas a los que se les permite pensar que “Reproducimos ilusiones espaciales como si esto hubiera sido siempre lo más normal del mundo. ¿No te parece absurdo a veces trazar un par de líneas y decir: esto es una casa?

Todo esto puede tener lugar frente a la colección muy rica: más de 200 – de grabados holandeses originales Maurits Cornelius Escher expuso con gran cuidado y atención en el PAN -Palazzo delle Arti de Nápoles.

Es uno de los raros momentos en que una exposición logra documentar e ilustrar un recorrido artístico de este nivel con una importante cantidad de documentos y obras originales, enriquecidos además por la influencia que la obra de Escher ha tenido en las generaciones que le han seguido en el mundos de la gráfica, el diseño industrial, el cine. Además, se propone una selección de grabados realizados durante el viaje del artista a Italia en 1923.

Lo que sigue asombrando, para sustentar un fuerte sentimiento de estupefacción que se siente frente a las obras de Escher no es tanto y no sólo su "magia", su capacidad para proponer sugestiones visuales en los límites de la imposible concepción imaginaria, sino su extraordinaria la modernidad, su total correspondencia con el mundo digital en el que hoy nos encontramos profundamente inmersos.

Casi parece que el genio holandés se hubiera adelantado un siglo a los efectos especiales, la visión de mundos fantásticos y objetos más allá de lo probable.

Ante las escaleras imposibles, la cascada, la metamorfosis de los rostros, uno espera que se animen, que de repente se vea un movimiento. Los adjetivos de los que disponemos para calificar sus obras no son suficientes: sería como querer calificar a otros compañeros como Einstein o, antes, Miguel Ángel. Son hombres visionarios más allá de lo posible, más allá de lo humano si se permitiera decir de ellos "magníficos" o "fantásticos". Siempre sería demasiado poco.

Entre las muchas obras expuestas en el PAN proponemos una que, de alguna manera, podría marcar el paradigma no solo de su signo gráfico sino de toda la conceptualización de sus obras: metaforfosis II.

Se trata del conocido grabado (de unos 4 metros de largo) realizado en 1940 donde, a partir de una palabra, se produce una evolución del signo a través de varios temas hasta volver a la palabra inicial. En su absoluta y total sencillez y esencialidad representa sintéticamente el mismo principio y fin de todo lo que vuelve a sí mismo, que vive y se desarrolla sin cesar para luego volver a su naturaleza primordial. Para observarlo detenidamente necesitas una mirada larga, necesitas moverte a lo largo de su eje, necesitas separar tu punto de vista para ser plenamente consciente de ello. Tal vez, tal como sucede en la vida de cada uno de nosotros.

La muestra está teniendo un éxito importante y se forman colas en taquilla casi a diario. Todo está bien: el museo de sitio tiene ahora (inicia sus actividades en 2005) una experiencia consolidada que lo coloca en el centro de atención no sólo de la ciudad sino de todo el panorama artístico nacional. Para aquellos que quieran enriquecer un día en Nápoles, sugerimos una parada "menor" feliz e importante pero de gran interés: la iglesia de San Giovanni a Carbonara, una obra maestra del Renacimiento injustamente olvidada.

El PAN que alberga a Escher está ubicado en el Palazzo Roccella del siglo XVIII en Via dei Mille n. 60 (INFO Y RESERVAS: +39 081 1865991 www.mostraescher.it )

pero quien fue Escher? en un artículo anterior su historia.

 

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