En China, las importaciones están creciendo más rápido que las exportaciones y el modelo de desarrollo está cambiando, con más énfasis en la demanda interna. Y uno de los sectores en los que más crecen las importaciones es el turismo (los viajes chinos al extranjero representan una importación en el balance actual): para este año se esperan unos 65 millones de turistas que salgan de China, creciendo un 15% respecto al año pasado.
Uno de los principales destinos es Japón. En la isla norteña de Hokkaido e incluso en las estaciones de esquí de la prefectura de Fukushima, que habían visto un colapso en las reservas después del terremoto y los eventos nucleares, las reservas se han recuperado de la fuerte caída anterior y las llegadas chinas ahora han vuelto a los niveles del año pasado. Y eso a pesar de la incómoda fortaleza del yen, que encarece las estancias en Japón.