Italia continúa tomándose un respiro en el mercado de bonos. A raíz de la caída de tensión que llegó ayer tras la últimos acontecimientos políticos, esta mañana la propagación volvió a caer conspicuamente en la apertura, cayendo casi inmediatamente por debajo del umbral de los 500 puntos básicos.
Apenas una hora después del inicio de la cotización, el diferencial de rendimiento entre los BTP a diez años y los correspondientes Bunds alemanes alcanzó un mínimo de 478, para luego subir ligeramente y estabilizarse en torno a 480. Un valor todavía muy elevado en términos absolutos, pero una clara mejora frente a los máximos alcanzados ayer (570 pb) y miércoles (575 pb).
El enfriamiento de la crema afecta naturalmente a la rendimiento de nuestros bonos a 10 años. Tras alcanzar sus niveles más altos desde la introducción del euro en los últimos días, los tipos de interés han vuelto a caer por debajo del sonado 7% en las últimas horas, considerado por la mayoría de los analistas como el punto de no retorno. A media mañana la cifra parece haberse estabilizado en torno al 6,6%.