La consolidación en el sector automotriz “es inevitable. No hemos abandonado el tema de la consolidación, considerado un pivote fundamental de esta industria. A la luz de la situación actual, el plan (a partir de 2018) es fundamental". Estas son las palabras de Sergio Marchionne, director ejecutivo de FCA, quien habló en la conferencia de prensa del Salón del Automóvil de Detroit, que se inauguró hoy y con motivo de la cual Fiat Chrysler Automobiles presentó su nueva minivan de la marca Chrysler: se llama Pacifica, y es el primer vehículo del grupo producido también en versión híbrida.
Desde el escenario en Michigan, Timothy Kuniskis, jefe de ventas y marketing de automóviles de las marcas Dodge, SRT, Chrysler y Fiat en América del Norte, lo llamó “el nuevo punto de referencia de las minivans”. La minivan es "un segmento inventado por Chrysler hace más de 30 años", cuando "estableció un estándar de oro para las familias". Al presentar imágenes de la histórica minivan de 1984, Kuniskis explicó que desde entonces el grupo ha vendido más de 14,3 millones de minivans. “Seguimos liderando el mercado” en este segmento de vehículos.
“Fca decidió que era hora de inventar una nueva minivan: por eso, la empresa preguntó a 6 millones de personas que ya tenían una minivan qué querían de una nueva. De sus respuestas nació Pacífica, que cuenta con 37 nuevas innovaciones”, dijo Kuniskis, precisando que Pacifica llegará a los concesionarios en la primavera. La versión híbrida llegará más adelante en el año.
Marchionne también confirmó los objetivos y definió el 2015 de FCA como "excepcional".
En Detroit también fue el día de Volkswagen: la empresa alemana está en el primer comunicado público importante tras el escándalo de las emisiones amañadas y la revolución en la alta dirección. Con ventas lentas en su marca insignia y una negociación difícil para evitar multas de miles de millones de dólares, Matthias Mueller, número uno de Volkswagen en la tormenta de dieselgate, hace dos promesas a los estadounidenses: la duplicación de la inversión para la planta de Chattanooga, donde se producirá un SUV promedio, y la seguridad de que "Volkswagen hará todo lo posible para mejorar la comprensión de los Estados Unidos".
En el plato de la negociación con el gobierno de EE.UU., que llevará personalmente en los próximos días, el número uno de Wolfsbug pone una nueva inversión de 900 millones (que se suman a los mil millones anunciados anteriormente). Un movimiento que vale unos 2.000 nuevos puestos de trabajo. Todo ello podría favorecer lo que Mueller definió en la rueda de prensa como "un diálogo constructivo con las autoridades responsables de la seguridad ambiental" en Estados Unidos. Estos son la EPA, la agencia federal de protección ambiental, y CARB, la agencia californiana que se ocupa del medio ambiente.
Con ellos, Mueller tiene que superar problemas importantes para que los coches cumplan con el software que reduce las emisiones: "Mientras que en Europa se han encontrado las soluciones técnicas y los coches se retiran del mercado a partir de este mes -dijo Mueller- todavía estamos trabajando intensamente para encontrar una solución que satisfaga a nuestros clientes estadounidenses. Tan pronto como sea aprobado por las autoridades estadounidenses, lo daremos a conocer rápidamente".
