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Decreto anticrisis: mayoría inclinada

Bossi define de humoso el discurso de Tremonti en la Cámara, tilda las reuniones con el primer ministro de "ruptura de c..." y concluye: "No me convencieron". Napolitano se reúne con las partes para invitarlas a la cohesión. Ayer, además de Berlusconi, vio a Bersani y Casini. Hoy conocerá a Alfano y Fini. Entre hoy y mañana un Consejo de Ministros decisivo

Ni siquiera el inesperado plus 4% logrado por Piazza Affari ha servido para dar oxígeno al Gobierno, a la mayoría y, más en general, a la política. A pesar del regreso a Roma del presidente de la República, Giorgio Napolitano, quien interrumpió sus vacaciones e inició una ronda de consultas con los partidos de todos los ámbitos, como si estuviéramos en medio de una crisis de gobierno, todo parece estar en lo alto. mares Todo el mundo reconoce que el tiempo apremia y que el Consejo de Ministros para aprobar el decreto anticrisis tendrá que celebrarse hoy, a más tardar mañana con los mercados cerrados. Pero esa cohesión invocada reiteradamente por el jefe de Estado parece cada vez más lejana. Y así, el discurso de Tremonti en el Parlamento, las reuniones posteriores y las cumbres nocturnas sólo sirven para poner de relieve una situación de desapego sin precedentes.

Del discurso del ministro de Economía no salen indicaciones precisas, se evocan medidas draconianas, pero se atribuye responsabilidad a la famosa carta del BCE, que sin embargo permanece en secreto. Las reacciones son duras. Bersani dice estar "desconcertado", Casini considera una locura algunas palabras de Tremonti, el presidente de la Cámara Fini se declara "estupefacto". Pero lo peor viene de la mayoría, con algunos miembros del PDL amenazando con no votar ningún decreto. Y Bossi va más allá. Después de definir el discurso de Tremonti como "humeante", agrega que las reuniones con Berlusconi resultaron ser "un dolor de cabeza..." Luego, al final de la noche, después de una serie de reuniones en el Palazzo Grazioli, evoca la crisis con afirmando: "No les convencí". Mientras tanto, fuentes cercanas al primer ministro dieron a conocer que Berlusconi baraja la hipótesis de un videomensaje en televisión. Sí, pero ¿anunciar qué? ¿Y con qué credibilidad? Mientras tanto, un diario cercano al centroderecha (Libero) no duda esta mañana en hablar de "Traición" a propósito de las hipótesis patrimoniales de los más ricos.

La impresión es que este es el peor medio de agosto en la historia política italiana de la posguerra. En el campo como referente para la opinión pública se mantiene la apuesta del Presidente de la República, quien continuará sus encuentros políticos esta mañana, comenzando por el secretario del PDL Alfano. Ayer en el Quirinale, además de Berlusconi y Letta, subieron Bersani y Casini. La esperanza es que se puedan crear las condiciones para que el Consejo de Ministros apruebe el decreto anticrisis que los mercados y los organismos internacionales nos piden desde hace demasiado tiempo.

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