La Guardia di Finanza ha pedido a las autoridades fiscales suizas que conozcan los nombres de los italianos que ocupan 9.953 posiciones abiertas en Credit Suisse. En estas cuentas supuestamente se depositan más de 6,6 millones de euros, dinero que, según las sospechas de los investigadores, habría sido ocultado a las autoridades fiscales italianas y exportado ilegalmente.
La operación de Fiamme Gialle, que pretende explotar los nuevos canales de cooperación internacional entre Italia y Suiza, está vinculada a las investigaciones de policía judicial llevadas a cabo por la Unidad de Policía Fiscal de Milán contra el Grupo Credit Suisse. La investigación, que comenzó en 2014, fue coordinada por la fiscalía de Milán. El pasado 30 de noviembre, la Hacienda italiana había cobrado 101,5 millones de euros al Banco para dirimir el litigio con la Agencia Tributaria tras la investigación de los magistrados. Otros 8,5 millones habían sido pagados por el instituto suizo para cerrar el acuerdo con la fiscalía por blanqueo de capitales.
Las investigaciones ya habían permitido identificar a los titulares de 3.297 puestos, la mayoría de los cuales ya han recibido denuncias de las oficinas financieras, que terminaron con el cobro (también como consecuencia de la adhesión a la primera declaración voluntaria) de unos 173 millones euros de impuestos, multas e intereses.
Más de 13 presuntos evasores de impuestos que eran clientes del banco suizo estaban siendo examinados por los hombres de la unidad de policía fiscal del Gdf en Milán (la sucursal italiana de Credit Suisse no está involucrada en las investigaciones). Sus cuentas tenían depositados 14 millones de euros, ocho de los cuales se habían desviado a pólizas de vida "cobertura", según los investigadores.
En esencia, Credit Suisse hizo que los clientes italianos firmaran pólizas que se vendieron a través de dos empresas domiciliadas en Liechtenstein y Bermudas, que a su vez devolvieron todas las sumas a Credit Suisse, que se encargó de la gestión total de los fondos. Según los investigadores, con estos instrumentos financieros falsos era posible traer dinero no declarado del exterior.