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Cuentas corrientes: portabilidad más rápida y a costa de los bancos

En la revolución crediticia prevista por el decreto del gobierno Renzi no sólo está la abolición del voto per cápita en los 10 grandes bancos cooperativos sino una medida sobre la portabilidad de la cuenta corriente muy favorable a los consumidores: el paso de un banco a otro tendrá ser más rápido y los gastos de cierre de la cuenta antigua correrán a cargo del banco

Cuentas corrientes: portabilidad más rápida y a costa de los bancos

La revolución crediticia lanzado ayer por el decreto del gobierno Renzi con elabolición del voto per cápita (“Una persona, un voto”, independientemente del número de acciones que posea) para el diez bancos públicos más grandes que en 18 meses deberán convertirse en sociedades anónimas y, por lo tanto, volverse más contestables y más orientadas a nuevas fusiones corren el riesgo de eclipsar otra decisión muy importante tomada ayer por el Consejo de Ministros en beneficio de los consumidores.

Anticipándose a la ley anual de competencia que se aprobará a mediados de febrero, el Gobierno ha decidido agilizar e simplificar la portabilidad y esa es la posibilidad de que un consumidor pase de un banco a otro trayendo consigo su cuenta corriente y todos los efectos (pagos, créditos, facturas, etc.) relacionados con ella.

El Gobierno ha establecido que la portabilidad debe realizarse en un plazo muy breve y sobre todo que el coste del cierre de la antigua cuenta corriente debe ser abonado por el banco.

Se trata de una medida, reiteradamente solicitada por la Autoridad de Defensa de la Competencia y por las asociaciones de consumidores, que contribuye a incrementar aún más la competencia entre bancos y satisfacer las necesidades de los clientes que a partir de ahora podrán elegir con mayor facilidad el banco de su preferencia sin cargos adicionales. 

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