comparte

Prodi: un sistema mal banco para ayudar a nuestra recuperación

"Es necesario permitir que los bancos hagan su trabajo de proporcionar los recursos financieros indispensables para el nacimiento y la vida de las empresas: por lo tanto, deben ser liberados de parte de las deudas incobrables que lo hacen imposible": así Romano Prodi en las columnas de Il Messaggero, suponiendo un banco malo italiano sobre el modelo español.

Prodi: un sistema mal banco para ayudar a nuestra recuperación

“Desde que Italia estuvo hace casi dos años al borde de la quiebra, los sucesivos gobiernos han tenido sobre todo que poner en orden las finanzas públicas, en línea con las directivas europeas y las necesidades esenciales de la consolidación fiscal. Estos esfuerzos tuvieron cierto éxito y el déficit no se ha desviado sustancialmente del mágico 3% desde entonces. A pesar de la crisis del gobierno, nos mantendremos dentro de estos límites nuevamente este año. Sin embargo, esta política de austeridad prolongada, en presencia de una Europa de crecimiento cero, ha puesto a prueba a Italia”. Como el ex primer ministro Romano Prodi comenzó su discurso en las columnas del Messenger, asumiendo la posibilidad -como ya ha hecho España- de un mal banco también para Italia.

“Mirar hacia adelante –prosiguió Prodi–, además de las grandes reformas de las que siempre se habla y que requerirán tiempo y estabilidad política, significa dar un impulso rápido al sistema económico sin lastrar el presupuesto público. En Italia esta operación pasa por el necesario fortalecimiento del sistema bancario”. Si queremos reactivar el cuerpo de nuestra economía
ante todo es necesario restaurar su circulación sanguínea: “En otras palabras, es necesario permitir que los bancos hagan su trabajo como proveedores de los recursos financieros indispensables para el nacimiento y la vida de las empresas. Recursos que, perdonen la repetición, son suministrados casi exclusivamente por bancos en Italia. Por lo tanto, para poder hacer su trabajo, deben ser liberados de parte de las deudas incobrables que lo hacen imposible. No se trata de estatizar los bancos ni de aflojar el control que se debe ejercer sobre quienes otorgan crédito sino de reconocer la situación en la que hemos caído y de la que no podremos salir sin un cambio radical. Por lo tanto, se hace necesario, con la cooperación de los sujetos públicos y privados, dar vida a una estructura que, al hacerse cargo de una parte de los créditos "malos" de los bancos, permita restablecer la circulación sanguínea de nuestro cuerpo económico. Ciertamente no podemos repetir al pie de la letra lo que ha hecho España que, de diversas formas, ha revitalizado un sistema bancario mucho más desequilibrado que el nuestro, dotándolo hasta ahora de más de 60 millones de euros para la necesaria recapitalización”.

El ex primer ministro y líder del centroizquierda también ha explicado: "No podemos hacerlo porque Eurostat considera esta operación como un puro y simple aumento de la deuda pública y no nos lo podemos permitir, aunque nuestra economía esté ciertamente en mejores condiciones que la española. Por lo tanto, debemos reflexionar sobre la hipótesis de una iniciativa más compleja, que involucra a todo el sistema financiero nacional, desde el Banco de Italia hasta Cassa Depositi e Prestiti e incluye intervenciones de capital privado respaldadas por una posible garantía pública. Un funcionamiento del sistema cuidadosamente estudiado y regulado sólo podía recibir la necesaria bendición del Banco Central Europeo, atento por definición al sonido
funcionamiento del sistema bancario de todos los países. Entiendo que estoy planteando un tema que muy pocos quieren abordar de frente pero, con solo leer el informe del FMI, queda claro que nuestros bancos han hecho casi todo lo posible para mejorar su nivel de solvencia pero que más que eso no se puede hecho dadas las difíciles condiciones de contorno. Si ese es el caso, supongo
El Banco de Italia, ABI y los representantes del Ministerio de Economía deben reflexionar juntos sobre cómo construir este instrumento. Durante mucho tiempo he esperado que una fuerte recuperación lo hiciera innecesario, pero el curso de los acontecimientos me lleva a pensar que sin la recuperación del sector bancario será muy difícil volver a encarrilar nuestro sistema económico".

Revisión