Misión cumplida para Joe Biden, que lleva unos días de visita en Pekín. El vicepresidente de EE. UU. parece haber tranquilizado con éxito a los acreedores chinos sobre las condiciones de la economía de EE. UU. Según Wen Jiabao, primer ministro del país asiático, la lanzada por Biden fue "una señal muy clara para el público chino: Estados Unidos cumplirá sus promesas y compromisos sobre la deuda" y esto "preservará la seguridad, la liquidez y el valor de los bonos estadounidenses".
Wen Jiabao luego dijo que estaba "seguro de que estas señales respaldarán la confianza de los inversores en la economía estadounidense". Pekín, que es el primer acreedor de EE.UU. con más de 1.160 millones de dólares en bonos del Tesoro, tras el recorte del triple A en Washington por parte de Standard & Poor's había pedido a los estadounidenses "medidas concretas" para hacer frente a la situación.