comparte

Cancilleres: "Sin confianza, renuncio"

El ministro informa al Senado tras la bochornosa llamada telefónica con la pareja de Salvatore Ligresti: "Nunca he solicitado la liberación de Giulia Ligresti, ni he inducido a nadie más a tomar iniciativas en este sentido", pero "no dudaré en dar un paso atrás si comprobar que la confianza del Parlamento en mí se ha resquebrajado o ha desaparecido".

Cancilleres: "Sin confianza, renuncio"

“A diferencia de lo informado por algunos medios, nunca he solicitado la liberación de Giulia Ligresti, ni he inducido a nadie a tomar iniciativas en este sentido”, pero “no dudaré en dar un paso atrás si compruebo que está crackeada o es la la estima institucional ha fallado sobre el que creo que deben descansar los cimientos de mi mandato. Considero que la confianza del Parlamento es crucial para la continuación de mi papel como ministro”. Así lo afirmó la ministra de Justicia, Anna Maria Cancellieri, al informar al Senado sobre la llamada telefónica con la pareja de Salvatore Ligresti en virtud de la cual el Movimiento 5 Estrellas presentó dos mociones de censura hacia él. 

“No todo el mundo tiene la oportunidad de llamar a la puerta del ministro -añadió el ministro de Justicia-, pero no me hago a la idea de que el sistema penitenciario italiano no está estructurado para responder con prontitud a las denuncias que de algún modo ponen de manifiesto situaciones de peligro para los reclusos. Estos informes los asumo personalmente con conversaciones casi diarias con los jefes del sistema penitenciario”, porque “cada vida que se extingue en el transcurso de la detención es una derrota para el Estado. El reciente discurso del Presidente de la República, Giorgio Napolitano, es el testimonio más autorizado de la importancia de este tema y constituye un estímulo para mí”.

Cancellieri luego precisó que “es necesario verificar la validez de los informes, como se hizo en el caso de la señora Ligresti. Sus condiciones críticas ya eran conocidas antes de mi intervención y la prisión de Vercelli ya había implementado las medidas necesarias". Según el ministro, “la reconstrucción según la cual la liberación de Giulia Ligresti se debe a mi intervención carece por tanto de todo fundamento. No hay conexión entre mi conducta y las decisiones tomadas en prisión: la mía fue sólo una transmisión de información”.

En cuanto a las relaciones con la familia Ligresti, “Fui y soy amigo de Antonino Ligrsti por razones completamente ajenas a mi actividad profesional –prosiguió Cancellieri–, pero de ninguna manera he estado condicionado por relaciones externas en el ejercicio de mi profesión. Soy una persona libre, que no tiene deudas de gratitud. Incluso mi hijo, Piergiorgio Peluso, fue indebidamente arrastrado a este asunto".

Finalmente, en aquella célebre llamada telefónica del 17 de julio, “pretendía mostrar cercanía humana a una persona profundamente postrada por lo sucedido a su familia. Me doy cuenta de que algunas expresiones pueden haber sido mal interpretadas, pero puedo afirmar que he actuado sin desviarme nunca de mis deberes como ministro, exactamente como lo he hecho en muchos otros casos, más de un centenar en los últimos meses. De estas aclaraciones espero que surja la uniformidad y coherencia de mi conducta". 

Revisión