Vincent Bollore, magnate francés que recientemente abdicó de la presidencia de Vivendi, está siendo investigado por sobornar a funcionarios públicos extranjeros. La noticia es confirmada por fuentes de la prensa francesa. La entrada del empresario bretón en el registro de sospechosos se produjo tras 36 horas de detención e interrogatorio por parte de la policía anticorrupción de Nanterre.
Bolloré lo detuvieron hace dos dias por las autoridades judiciales francesas en el marco de una investigación sobre un presunto episodio de corrupción ocurrido en algunos países de África occidental. El objetivo, según las hipótesis de los investigadores, era conseguir que el grupo logístico de Bolloré obtuviera mejores condiciones para las operaciones de su grupo en Togo y Guinea.
La tesis de los magistrados es que Havas, empresa de publicidad y comunicación del grupo Bolloré, ha favoreció la elección de líderes africanos cercanos al empresario francés en Togo (Faure Gnassingbe) e en Guineaa (Alpha Condé) brindando consultoría de marketing político a precios inusualmente bajos. A cambio, Bolloré obtendría concesiones en los puertos de Lomé y Conakry, dos de las 16 terminales que gestiona la financiera bretona en la costa africana.
El grupo Bolloré precisa en una nota que el financista "sigue en la presunción de inocencia" y "finalmente podrá tener acceso a este expediente del que nunca tuvo conocimiento para responder a estas acusaciones infundadas".
Además, según el grupo, “el vínculo que algunos pretenden establecer entre la obtención de concesiones y las operaciones de comunicación carece de fundamento y revela un gran desconocimiento del sector industrial”.
Bolloré habría sido informado durante al menos dos semanas de la inminente detención.
