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Berlusconi, el día del juicio

A las 12 los jueces del Tribunal Supremo se reúnen en despachos y probablemente por la tarde comunicarán el veredicto final sobre el juicio de Mediaset - Ghedini: "Este caso de Mediaset es mi pesadilla" - Coppi: "Berlusconi no es culpable de fraude fiscal, pero sólo de un abuso de derecho para eludir al recaudador de impuestos italiano".

Berlusconi, el día del juicio

Tras días de espera, por fin han llegado las horas decisivas para Silvio Berlusconi. A las 12 se reúnen en salas los magistrados del Tribunal Supremo y probablemente por la tarde comunicarán el veredicto final del juicio de Mediaset, que en primera y segunda instancia había condenado al Cavaliere a cuatro años de prisión por fraude fiscal (tres de ellos las cuales fueron perdonadas por el indulto) y cinco inhabilitaciones para cargos públicos (pero el pg pidió que se redujeran a tres). Mientras tanto, a media mañana, la cotización de Mediaset en Bolsa ganaba casi un punto y medio. 

Ayer por la tarde el discurso final estuvo a cargo de Niccolò Ghedini y Franco Coppi, abogados de Berlusconi, que habían presentado más de 40 objeciones a la sentencia de Apelación. “Este caso de Mediaset es mi pesadilla –dijo Ghedini–. Llevo 16 años defendiendo a Berlusconi, quizás sean demasiados”.

El juicio versa sobre la venta de derechos televisivos y cinematográficos con empresas estadounidenses por 470 millones de euros realizada por Mediaset a través de dos sociedades offshore. Los procedimientos de primera y segunda instancia confirmaron las acusaciones de los fiscales: las grandes estadounidenses supuestamente vendieron los derechos a las dos empresas offshore, que luego los revendieron con un aumento significativo de precios a Mediaset para eludir a las autoridades fiscales italianas y crear fondos para sobornos a disposición de Berlusconi.

Según Coppi, este sistema no representa un fraude fiscal, sino un abuso de derecho para evadir el impuesto italiano y, como tal, punible solo con sanciones administrativas y fiscales. Por ello, el letrado pidió a la Casación la anulación de la sentencia de apelación. Sin embargo, si la Casación pretendiera atribuir relevancia penal al caso, para Coppi el delito a impugnar no sería el de estafa, sino el de complicidad en facturación falsa, que prevé una pena menor. Por ello, alternativamente, el letrado solicitó la postergación del juicio a otro tribunal de apelación para recalificar el delito. Pero la receta está sobre nosotros.

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