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Berlusconi a las 20.30 horas en el Quirinale dimitirá y mañana la cesión a Monti

El primer ministro a las 20.30 horas en el Quirinale dimite entre abucheos y gritos de la multitud – Luz verde a la ley de estabilidad – Larga reunión entre Berlusconi y Monti – Se avecina un gobierno de técnicos pero el Caballero quiere la confirmación de Gianni Letta y Nitto Palma - Claramente no de la Lega a Monti - El posibilismo de Di Pietro

A pocas horas de la posible y quizás probable salida de la crisis, con la aprobación de la ley de estabilidad en el tintero, los ánimos a Napolitano de Obama y Sarkozy, la culminación de las dimisiones (ya anunciadas al jefe de Estado) del gobierno, y sobre todo con los mercados ya confiando en la solución de Monti (el diferencial con los bonos alemanes se ha reducido a unos 450), Silvio Berlusconi va al Quirinale a dimitir. Ante un partido más dividido que nunca, con la Liga que no quiere ni oír hablar de lo que considera un gobierno interino, el primer ministro dimitente, y ya sin mayoría, se lo piensa dos veces, y amenaza con proponer durante la consultas que el presidente de la Repubblica quisiera muy pronto presentar indicaciones alternativas a las del profesor Bocconi: Angelino Alfano o Lamberto Dini, para jugar la carta de un gobierno que, partiendo de la antigua mayoría Lega-Pdl, puede expandirse a incluir el UDC. Pero desde el partido de Casini la respuesta es clara e inapelable. Con Cesa que dice: "Basta de juegos" y con Casini que ya ha dicho que no es la composición del nuevo Ejecutivo lo que cuenta, sino el apoyo "convencido, fuerte, solidario y responsable" de las fuerzas políticas. Poco antes Napolitano, mostrando optimismo, había dicho: "Pronto habrá una acción de gobierno compartida".

Esta es la situación esta mañana, después de que los líderes del PDL, a veces incluso abiertos a la Liga, se sucedieran a un ritmo vertiginoso hasta altas horas de la noche. Uno se pregunta si nos enfrentamos a otra estrategia dilatoria más, o a los últimos coletazos de un primer ministro derrotado. Un diputado de la UC, Roberto Rao, habla de una "movida de desesperación". Lo cierto es que Berlusconi no ha ocultado su estado de ánimo a sus seguidores. Ahora se siente aislado de las opciones sobre la composición del nuevo Ejecutivo. Supuestamente lamentó el hecho de que "incluso se nos impusieron tiempos". Una forma de culpar especialmente a los mercados. Y no es casualidad que anoche el líder del grupo en la Cámara del PDL, Fabrizio Cicchitto, pidiera que se acuerde con los partidos la composición del gobierno. Los que piensan mal dicen que a Berlusconi le gustaría ponerse de acuerdo al menos en el nombre del nuevo Ministro de Justicia.

No cabe duda de que la situación confusa que se ha generado en el seno de un PDL cada vez más dividido no facilita lo que ya debería ser la recta final para la constitución del nuevo gobierno. Pero los tiempos de la solución, dictados sobre todo por el objetivo de tener ya designado para el lunes (antes de la reapertura de los mercados) a Monti que formaría el nuevo Ejecutivo en unas horas, se han respetado hasta ahora. La ley de estabilidad ya recibió luz verde del Senado y la de la Cámara debería llegar esta tarde. Luego, inmediatamente después, habrá un Consejo de Ministros y la culminación de la renuncia de Berlusconi. Luego, finalmente, las consultas protocolares del Presidente de la República y la asignación del despacho para mañana por la tarde.

En medio también debería estar la reunión de la presidencia del PDL, que decidirá cuál será la actitud del partido de Berlusconi, actualmente dividido entre los ex AN, a los que se han sumado Sacconi y Brunetta, y los dispuestos a apoyar al gobierno. Monti, como Frattini, los católicos Lupi y Formigoni, y probablemente el alcalde de Roma Alemanno. Está claro que este debe ser el paso más delicado de hoy. Porque es sobre este pasaje donde pesarán las tentaciones de Berlusconi de estorbar, volviendo a proponer como punto de partida lo que la reciente votación en la Cámara ha mostrado como una antigua mayoría.

Algunas noticias (esta vez positivas para Monti) en cambio provienen de la oposición. En particular, tras un llamamiento de Bersani en este sentido, Antonio Di Pietro hizo una importante apertura, dando la disponibilidad de Italia dei valori para apoyar al nuevo ejecutivo "pero no de forma inadvertida". Debería tratarse de un ejecutivo de corta duración, que tome medidas urgentes para Europa, la nueva ley electoral y luego lleve al país a las urnas.

Por último, la composición del nuevo Gobierno. Monti tiene dos caminos por delante: el primero es el de un gobierno sin políticos, lo que vendría a subrayar que el apoyo externo (aunque sea fuerte, convencido y solidario, como dice Casini) vendría de todas las fuerzas políticas que lo apoyarán. El otro es el de una mezcla de ministros técnicos y políticos. Sobre la elección de los cuales, sin embargo, Monti está decidido a hacer uso de las prerrogativas del artículo 92 de la Constitución, que dejan cualquier indicación al respecto únicamente al Primer Ministro. Y que, por tanto, no prevé ninguna consulta a las partes. En cuanto a los nombres, se supone (si el PDL también da el visto bueno) Gianni Letta como Viceprimer Ministro, Amato en Asuntos Exteriores, Saccomanni en Economía, Ichino en Bienestar, Veronesi en Sanidad.

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