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Agici-Accenture: el coche eléctrico cambia la red

Según un reciente estudio de Agici y Accenture, la digitalización de las redes está cambiando el sistema eléctrico nacional a través del desarrollo de la generación distribuida, la evolución de la tecnología de microsistemas de almacenamiento y el crecimiento esperado del coche eléctrico (+700% sobre el parque automovilístico actual). )

Agici-Accenture: el coche eléctrico cambia la red

El desarrollo de la generación distribuida, la evolución de la tecnología de microsistemas de almacenamiento y el crecimiento del mercado del coche eléctrico son fenómenos crecientes en nuestro país, que exigen la evolución digital de los métodos de gestión de la red eléctrica, desde las primeras fases de planificación hasta su gestión operativa. . Este, según Accenture, es el principal fenómeno a captar en Italia en el mundo de las Utilities, para garantizar el crecimiento y la eficiencia del sistema eléctrico y crear nuevas oportunidades de negocio con la evolución de las Smart Grids hacia un sistema 2.0.

Según las estimaciones de Accenture -que acompañan a la presentación del Observatorio Agici 2016-, el escenario a 2020 para las tecnologías de producción distribuida y los prosumidores (consumidores que son al mismo tiempo productores de energía) prevé una duplicación de las plantas de cogeneración con potencias inferiores a 25MW, el crecimiento de entre el 2,5% y el 5,5% en otras plantas de energías renovables, la duplicación de prosumidores desde los 600.000 actuales y el aumento significativo de la difusión de coches eléctricos (7 veces el parque actual).

Este escenario cambiante tendrá un impacto significativo en las redes de distribución, más afectadas por el desarrollo de la generación distribuida y el mercado del coche eléctrico, determinando la evolución de la cadena de valor actual. Según Accenture, se trata de una oportunidad que el sector Utilities está llamado a aprovechar innovando la actual cadena de suministro, posibilitando el desarrollo de nuevos modelos de negocio y la evolución del ámbito tradicional de intervención, al tiempo que permite el acceso de los usuarios finales al mercado energético con mayor transparencia e inmediatez.

El análisis de Accenture dibuja un futuro próximo en el que la Smart Grid 2.0 se caracterizará por la difusión en la red eléctrica (tanto de transporte como de distribución) de sistemas "inteligentes" y "conectados", adheridos al modelo del Internet de las Cosas (IoT): el El mundo de la distribución eléctrica se gestionará de hecho con sistemas de seguimiento y control que se adhieran a estándares y protocolos abiertos, basados ​​en sistemas de Gestión de Datos y soluciones de Analítica Avanzada, capaces de explotar la gran riqueza de información generada por los sistemas repartidos por la red, pero también protegidos por modelos y sistemas de Ciberseguridad específicos para redes inteligentes.

Las empresas de servicios públicos deberán poder combinar esta actualización tecnológica con nuevos mecanismos de mercado modificando estrategias, procesos y capital humano: el nacimiento de nuevos procesos y responsabilidades pondrá en juego, de hecho, nuevas figuras profesionales con un conjunto de habilidades fundamentales a desarrollar tanto dentro de las funciones de negocio, y en los roles clave de la Tecnología de la Información. De hecho, este último se convertirá en un socio estratégico para apoyar la transformación digital.

Evidentemente, el papel del regulador también jugará un papel crucial a la hora de apoyar el impulso innovador en este ámbito y los mecanismos de remuneración de las inversiones, previstos por el marco regulatorio y regulatorio, deberán estimular el interés de los operadores por invertir en el desarrollo de nuevos tecnologías “intensivas en capital”, potenciando también las fases de investigación y desarrollo si se pretende crear soluciones compartidas por varios operadores.

La transformación de las redes eléctricas tradicionales en Smart Grids, necesaria para la consecución de los objetivos energéticos y medioambientales del país, tiene también un potencial inducido para toda la economía nacional, dado que las enormes inversiones que requiere Italia son capaces de abrir nuevos mercados, incrementar el negocio productividad, acelerar el crecimiento mucho más allá del sector de servicios públicos y crear nuevos puestos de trabajo.

“El desarrollo de las redes inteligentes representa una oportunidad única para que el país se dote de una infraestructura estratégica, que va mucho más allá del sector eléctrico – explica Pierfederico Pelotti, responsable de utilities de Accenture -. Frente a la fase de difusión de los contadores electrónicos hace algunos años, en efecto, las redes inteligentes pueden representar hoy una verdadera infraestructura general del país, suponiendo que su desarrollo se conciba de forma coordinada con las inversiones previstas en otros sectores. Las reflexiones no pueden dejar de ir al tema de la red de banda ancha, ya la implicación de los operadores de redes eléctricas en las actividades de cableado de la señal digital sobre fibra óptica. Más allá de los proyectos de construcción de redes eléctricas de nueva generación, una oportunidad excepcional podría venir del desarrollo de servicios de valor añadido que puedan ser transportados sobre las redes existentes”.

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