comparte

PASÓ HOY – La Ley Merlín cumple 62 años

El 20 de febrero de 1958 se aprobó en Italia una ley, impulsada por la senadora socialista Lina Merlin, que hizo historia: se introdujo el delito de explotación de la prostitución, que humillaba a la mujer, y se abolieron los llamados prostíbulos.

PASÓ HOY – La Ley Merlín cumple 62 años

El aniversario es fácil de recordar, dado que la propia ley indica la fecha en que fue promulgada: hace 62 años se abolió la prostitución legalizada en Italia, gracias a la ley del 20 de febrero de 1958, n. 75, conocida en la historia como Ley Merlín, por el nombre de la promotora y primera firmante de la ley, la senadora socialista Lina Merlín. Esta histórica reforma, aún vigente en nuestro país, ha ordenado el cierre de las casas de tolerancia (las llamadas "casas cerradas") y introdujo los delitos de explotación y complicidad en la prostitución. Sin embargo, la prostitución en sí, voluntaria y ejercida por mujeres y hombres adultos y no explotados, permaneció legal en Italia (y aún lo es), ya que se considera parte de las opciones individuales garantizadas por la Constitución, como expresión de la libertad personal inviolable (art. 2 y artículo 13).

El proyecto del senador Merlín se convirtió en ley tras una larga batalla y un larguísimo trámite parlamentario (el primer proyecto de ley se presentó en 1948, la aprobación definitiva se produjo cuando Merlín había cumplido la venerable edad de 70 años) y se inspiró en la activista francesa y ex prostituta Marthe Richard, bajo cuya insistencia se cerraron los burdeles en Francia en 1946. Además, la Ley Merlín incorpora los principios de la "Convención para la represión de la trata de seres humanos y la explotación de la prostitución", adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas con la resolución 317 (IV) del 2 de diciembre de 1949. Sin embargo, la elección realizada y se sigue discutiendo aún, dado que de hecho la prostitución aún existe y que al cerrar las casas de la tolerancia ha fallado de alguna manera una forma de regulación del fenómeno.

En el debate político, entre las voces opuestas, emergió en particular la del intelectual liberal Benedetto Croce, quien argumentó que cualquier mal que pudiera haber en los burdeles era en todo caso menor que si hubieran sido abolidos: "Eliminar los burdeles no destruiría la el mal que representan, pero el bien con el que ese mal está contenido, rodeado y atenuado sería destruido". El propio Pietro Nenni, compañero de partido del senador Merlín, expresó su perplejidad por la nueva ley. Eventualmente, sin embargo, la reforma fue aprobada con el voto favorable de socialistas, comunistas, republicanos, democratacristianos y algunos socialdemócratas, mientras que en contra estaban liberales, radicales, MSI, monárquicos, la mayoría de los socialdemócratas y algunos disidentes del PSI.

Por tanto, la Ley Merlín establecía, en el plazo de seis meses desde su entrada en vigor, el cierre de los burdeles, la abolición de la regulación de la prostitución en Italia y la introducción de una serie de delitos destinados a combatir la explotación de la prostitución ajena. La ley prescribió también el establecimiento de una fuerza policial de mujeres, que en adelante se ocuparía de la prevención y represión de los delitos contra la moral (también sancionados por la propia ley Merlín como "libertinaje") y de la lucha contra la delincuencia juvenil.

Revisión