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Türkiye: entre reformas estructurales, déficits y volatilidad

En ausencia de reformas estructurales oportunas y efectivas, la economía turca seguirá enfrentando déficits, inflación y volatilidad del tipo de cambio, cubiertos únicamente por flujos de IED de la Eurozona.

Türkiye: entre reformas estructurales, déficits y volatilidad

en Informe de país de Atradius el pasado mes de octubre leíamos un interesante análisis sobre Turquía.

Tras dos años de crecimiento impulsado por la demanda interna (+9,1% en 2010 y +8,5% en 2011), el desempeño de la economía turca registró un marcado desaceleración que, en los dos primeros trimestres del año, se ubicaron en 3,3% y 2,9%, respectivamente. Las causas deben remontarse a un colapso de los sectores manufacturero y de la construcción, así como un marcado descenso de las ventas en la Eurozona y de la demanda interna. Esta desaceleración ha llevado al Banco Central a tomar decisiones de política monetaria restrictiva, como el aumento de las tasas a un día. Estas medidas son necesarias en virtud de una muy alta tasa de inflación, que pasó del 6,5% en 2011 al 10,4% en el primer trimestre de 2012. Turquía, como País importador de materias primas (el 95% del petróleo es importado), es muy vulnerable al aumento de los precios mundiales de las materias primas y esta situación se ve agravada por la volatilidad de la lira turca. Entre 2009 y 2011 las importaciones crecieron mucho más que las exportaciones ante la fuerte demanda interna y esto provocó una déficit comercial del 10% del PIB, alimentado además por la debilidad de la moneda turca frente a los precios de los bienes importados. En este contexto, la reforma del mercado laboral sigue avanzando con demasiada lentitud para combatir eficazmente lainflación estructural. A su vez, los procesos de privatización de los bancos y los sectores energéticos deben implementarse con mayor rapidez y decisión.

Si el campo mecanico ha impulsado hasta ahora el desempeño del sector siderúrgico, la reducción de la demanda interna y externa y la competencia del Lejano Oriente han provocado el colapso del sector textil. El sector bancario sigue siendo robusto, con un alto índice de adecuación de capital de más del 16%, ganancias atractivas y carteras transparentes. La señal negativa proviene cheques en blanco, que aumentó un 56% en los ocho primeros meses del año, debido a que a principios de 2012 se redujeron las sanciones en su contra.

Se espera que la inflación caiga al 7,6 % en 2013, alcanzando niveles aún muy altos: mucho dependerá de la evolución futura de laEurozona, que aún representa el 50% de las exportaciones y la principal fuente de inversión de capital. En forma de IED y capital de cartera, esto cubrió el alto déficit de Turquía a lo largo de los años, pero también hizo que laeconomía turca vulnerable y dependiente de estas formas de financiación, especialmente a corto plazo. Esto representa un riesgo potencial para el futuro, principalmente debido a la fuerte volatilidad de la lira turca lo que, a su vez, podría conducir a nuevas fluctuaciones en el tipo de cambio. Y en tiempos de crisis, en ausencia de reformas estructurales eficientes, esto se traduce en incertidumbre e inestabilidad.


Archivos adjuntos: Atradius_Country_Report_Turkey_Oct12.pdf

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