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Napolitano frena a Monti: "Lo siento pero no puedes renunciar a presidir el Senado"

Tenso duelo entre el presidente de la República y el primer ministro que se disponía a dimitir para ser elegido presidente del Senado con los votos del Partido Demócrata y quizás prepararse para el posterior ascenso al Quirinale - Napolitano: "No puedes dimitir del Gobierno: sería un golpe dramático a la imagen de Italia” – Monti: “No estoy de acuerdo pero obedezco”

Napolitano frena a Monti: "Lo siento pero no puedes renunciar a presidir el Senado"

“Monti, no puedes dimitir ahora como Primer Ministro para ir a presidir el Senado, porque de esta manera corremos el riesgo de dar un golpe dramático a la imagen de Italia. En este momento, nuestro país está ligado a su gobierno y, por lo tanto, son insustituibles". Y eso es eso. Este es el meollo de una tensa conversación que tuvo lugar ayer en el Quirinale entre Giorgio Napolitano y Mario Monti y en la que el Jefe de Estado cortó en términos tajantes la intención de Monti de dimitir inmediatamente del Gobierno para ser elegido, con los votos de el Pd, presidente del Senado y desde allí preparar la posterior subida al Quirinal. “Yo mismo -añadió Napolitano- también estaría dispuesto a votar por usted como Presidente de la República, pero sus posibilidades se acaban”.

"No estoy de acuerdo, pero obedezco", fue la amarga respuesta del presidente del Gobierno al clarísimo niet de Napolitano, motivado por razones legales y constitucionales.

“Presidente –había ido a decirle el primer ministro a Napolitano–, habría aceptado la presidencia del Senado que me ofrece Bersani solo con miras a favorecer un acuerdo político más amplio sobre el Palazzo Chigi. En resumen, me habría adherido a la propuesta del Partido Demócrata sólo con la condición de que pudiera ser útil para desbloquear el panorama, ciertamente no por un asunto personal mío. Pero si dices que esta elección sería inapropiada, política y sobre todo jurídicamente, y si eres inflexible en este punto, está bien: obedezco, aunque no esté de acuerdo…”.

Napolitano se opuso a la propuesta de Monti por sólidas razones jurídicas (“su gobierno no tiene un diputado que pueda reemplazarlo”) pero sobre todo por razones políticas (“en este momento la imagen de Italia está ligada a su gobierno”). En realidad Napolitano, muy probablemente, ni siquiera está de acuerdo con los pasos posteriores del plan que se esconden detrás de la candidatura de Monti primero al Senado y luego al Quirinale con los votos del Partido Demócrata y quizás también de la Liga. Plan que también contemplaría la formación de un gobierno de minoría bersani y las posteriores elecciones rápidas. El Quirinal no quiere incertidumbres sobre el gobierno ni de hoy (con la dimisión de Monti y la sucesión inmediata de Cancellieri) ni de mañana (gobierno minoritario de Bersani) y sigue presionando a las fuerzas políticas y en especial al Partido Democrático para llegar a una amplia mayoría política capaz de apoyar a un gobierno que no esté expuesto a todos los vientos y que sepa lograr dos objetivos: reforma de la ley electoral antes de volver al voto y gestión de la emergencia económica y financiera. 

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