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Cigarrillos electrónicos: precios que se disparan, consumidores a contraatacar

A partir del 1 de enero, el nuevo régimen fiscal ha aumentado los precios de las botellas de líquido para cigarrillos electrónicos de 2,5 a 7,5 euros. Las ventas en línea también están prohibidas desde mediados de diciembre, por lo que los consumidores recurren al mercado extranjero o al de la falsificación. la tendencia: en el Reino Unido, el sistema nacional de salud proporciona el e-cig de forma gratuita.

Cigarrillos electrónicos: precios que se disparan, consumidores a contraatacar

Los precios de los líquidos para cigarrillos electrónicos se han disparado y los consumidores ya están corriendo para cubrirse. La nueva legislación fiscal implementada en enero, y que se endurecerá en abril, ha hecho que los precios de los líquidos listos para vapear, con o sin nicotina, se hayan más que duplicado, porque los productores, tras una larga disputa y dos della Consulta , han comenzado a aplicar el impuesto al consumo de conformidad con la ley: unos 38 céntimos el mililitro, y por tanto unos 5 euros IVA incluido, por un bote de 10 ml (contenga o no nicotina), que dura dos o tres días para un consumidor medio.

Para que os hagáis una idea, una botella que hasta el 31 de diciembre le había costado al fumador 2,5 euros lleva unos días costando al menos 7/7,5 euros. Y a partir de abril será aún peor: el reglamento de Monopolios establecerá los criterios para aplicar el impuesto también a los distintos productos utilizados por los vapeadores para la producción de líquidos de inhalación. Así también para comprar una botella de glicerina y aromas cuya vaporización crea únicamente vapor de agua (en la práctica, algunos sostienen que se grava el aire). Una palanca fiscal que en poco tiempo, según los operadores, acabará con el mercado.

Pero mientras tanto los consumidores, que en Italia se estiman en alrededor de un millón y medio (para un mercado de 300 millones al año y 30 puestos de trabajo contando las industrias afines), corren a ponerse a cubierto, aunque con dificultad porque desde mediados de diciembre, en italia, todos estos productos ya ni siquiera se pueden vender en línea. Los sitios que continuaron haciéndolo fueron eliminados por Monopolies. Las compras en sitios extranjeros también serían ilegales, pero no hay resignación ante el nuevo escenario y hay pocos escrúpulos sobre el origen de las mercancías.

Y la polémica también ha llegado a la mesa política. “Estamos en la paradójica situación de que en Italia los cigarrillos cuestan menos que en otros países, mientras que los instrumentos de bajo riesgo (como los cigarrillos electrónicos, ed) cuestan mucho más”, comentó el diputado del Partido Demócrata, Sergio Boccadutri. Además, el "impuesto al tabaco” para financiar la investigación del cáncer fue rechazada por el gobierno. Y así, si en Italia hay guerra contra el cigarrillo electrónico, en otros países la tendencia es la contraria. En Reino Unido, por ejemplo, el e-cig lo regala el Sistema Nacional de Salud porque se considera un sistema para reducir el riesgo de daño del tabaco.

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