En la antepenúltima etapa del Giro, Simon Yates vio pulverizado su sueño rosa por una terrible crisis de cansancio que le hizo caer del primero a más del 20º puesto de la clasificación. Cien días después en la antepenúltima etapa de la Vuelta, en la interminable y dura subida al Col de la Rabassa, el británico de Mitchelson Scott prácticamente hipotecaba definitivamente la victoria final al acabar segundo a 5” del vencedor, el el francés Thibaut Pinot, pero desmontando de forma rápida y contundente a su rival más peligroso, Alejandro Valverde, que llegaba octavo a 1'07" del maillot rojo, una diferencia que aumenta otros 6 segundos teniendo en cuenta la bonificación recogida por Yates, que ahora lidera la clasificación con 1' 38” sobre el viejo campeón de España. Un sensacional triplete se cierne sobre el Alto de la Naturlandia para el ciclismo inglés, único movimiento que ha ganado las tres grandes carreras por etapas en una misma temporada: Froome el Giro, Thomas el Tour, Yates la Vuelta.
“Nunca te rindas”, declaró orgulloso Valverde reconociendo la dura derrota pero dispuesto a dar la batalla en la última y terrible etapa de hoy, de apenas 97,3 km pero con seis cuestas y el final en altura en el Col de la Gallina por un total desnivel a subida de unos 4 mil metros. En el ciclismo todo es posible y nada se da por hecho, salvo esperar a ver el último acto de la Vuelta en las lúgubres colinas que rodean Andorra, la etapa de ayer, que le dio a un cada vez más decidido Pinot la segunda victoria tras la de los Lagos de Covadonga marcó una derrota aplastante del Movistar y de la táctica puesta en marcha que sólo al principio de la ascensión final pareció poder dar sus frutos. Fue cuando finalmente se liberó a Nairo Quintana, una jugada que podría haber tenido dos resultados en los planes de la poderosa selección española: si Quintana hubiera regresado de repente al Cóndor que había visto por estos lares hace dos años, podría haber dado la vuelta a la clasificación. a su favor en tan exigente ascensión; alternativamente, Quintana, no en un Cóndor sino en un formato gregario, podría haber sido el punto de apoyo ideal si Valverde hubiera tenido la fuerza para correr. Los planes pronto se vinieron abajo porque fue Yates quien alcanzó a Quintana, delante junto a Kruijswick y Pinot, y no el esperado Valverde, al que dejó en la estacada el maillot rojo.
Incluso pasado un kilómetro el propio Quintana, por órdenes del equipo o también porque sus piernas no eran las de los mejores días, se dejó resbalar por el grupo de cabeza que aceleraba bajo el empuje de Yates y Pinot. Nairo intentó echar una mano a Valverde pero al final ambos se quedaron sin energía: la derrota fue tan rotunda para el Movistar con Quintana que no pudo aguantar más las ruedas de Valverde, llegando décimo a 1' 49 de Pinot. Para Cóndor, sexto clasificado, la diferencia con Yates ahora ha aumentado a más de 4 minutos. Demasiados incluso para esperar poder volver a la zona del podio que ve al holandés Stevan Kruijswijck, tras la buena actuación de ayer (tercero a 13” de Pinot) adelantar a Mas y López, recuperando la tercera posición de la clasificación a 1'58 de Yates ya sólo 20” del segundo puesto de Valverde.
