Un apagón golpeó al 70% del país durante al menos tres horas, informa la BBC. Venezuela está a oscuras, incluidas algunas zonas de la capital Caracas. Todo está apagado, hasta los semáforos, sólo dan luz los faros de los coches que deambulan en el caos, tragados por la oscuridad. Problemas también para el transporte público, con el metro funcionando a trompicones.
Miles de trabajadores han sido enviados a casa. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a la oposición de "sabotear" las líneas eléctricas. Parece que "la extrema derecha ha revivido sus planes para bloquear la energía de la nación", dijo en un tuit.
En una intervención en la televisión estatal, el mandatario agregó además que los apagones serían parte de "una guerra de bajo voltaje" contra la nación.
Maduro no mostró evidencia del sabotaje pero pidió al ejército que protegiera a todo el país. El líder de la oposición, Henrique Capriles, respondió diciendo que el gobierno estaba tratando de desviar la atención de los problemas del país con teorías de conspiración.
El apagón golpeó gran parte de Venezuela durante al menos tres horas, luego la electricidad regresó gradualmente. Ningún efecto, al parecer, en la industria petrolera: las refinerías utilizan generadores de corriente independientes.
Los funcionarios del gobierno han declarado en el pasado que el alto consumo de energía y las malas condiciones de las líneas de transmisión a menudo han provocado interrupciones. En 2010, el entonces presidente Hugo Chávez firmó un decreto declarando una "emergencia energética".
La oposición es dura: Chávez y su sucesor pueden haber gastado miles de millones de dólares en programas para los pobres, pero no han invertido en la infraestructura eléctrica necesaria para satisfacer la creciente demanda. Aunque Venezuela tiene grandes yacimientos de petróleo, depende en un 70% de la hidroelectricidad. Los apagones son bastante comunes, particularmente en el interior del país, pero rara vez afectan a la capital.