Las medidas de emergencia adoptadas por España e Italia "para reforzar la disciplina fiscal y el crecimiento contribuirán a la estabilidad de la eurozona". Así opina Herman Van Rompuy, presidente de la Comisión de la UE, que esta mañana a través de Twitter se sumó al coro de voces continentales que desde hace días intentan apagar el fuego especulativo que ha golpeado las finanzas de los dos países periféricos. El presidente agradeció también "la intervención del BCE, que reactivó su Programa de Mercados de Valores".
Además, según Van Rompuy, “la estrecha colaboración a nivel global con el G7 y el G20 es muy importante para afrontar los retos que afrontan tanto la eurozona como EE.UU. Me alienta la determinación de los jefes de estado y de gobierno de la Eurozona de implementar todas las decisiones tomadas en la cumbre del 21 de julio como una prioridad, y la pronta reconvocación de varios parlamentos nacionales confirma su determinación”. Además, “la aprobación urgente, entre otras cosas, de nuestras decisiones para hacer que la EFSF sea más eficiente y flexible es decisiva para recuperar la confianza del mercado”.
Unas horas antes que Van Rompuy, un portavoz de la propia Comisión, Olivier Bailly, había reiterado que Roma y Madrid "no tienen necesidad de ayuda". Además, como ya argumentó el pasado viernes Olli Rehn, comisario europeo de Asuntos Económicos, Bailly añadió que "los fundamentos de los dos países son muy claros", sobre todo teniendo en cuenta que ambos "han anunciado nuevas medidas de consolidación fiscal para 2012, 2013, y 1014” y “esto debería ser suficiente para tranquilizar a los mercados”.
De hecho, esta mañana el anuncio de la voluntad del BCE de comprar bonos del Estado italiano y español había dado un nuevo impulso a las Bolsas de Milán y Madrid. Un repunte que también tuvo sus efectos en el mercado de bonos, con el diferencial de los dos países cayendo significativamente respecto al cierre del viernes, hasta el punto de caer muy por debajo del nivel de los 300 puntos básicos. Pero luego se agotó la inercia y las listas de precios dilapidaron todas las ganancias, volviendo incluso a terreno negativo.
De momento ambas plazas rondan la paridad. Una situación altamente inestable, que requiere un seguimiento continuo. Para ello Bailly recordó que Rehn está en "contacto diario" con los distintos países de la zona euro y participó regularmente en las consultas telefónicas de emergencia entre los países del G20 celebradas durante el fin de semana. En cuanto a las operaciones de estabilización que está llevando a cabo el BCE, "la Comisión tiene plena confianza en vosotros", concluyó el portavoz.
