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Vacaciones, no es culpa del tiempo que los italianos se ajusten el cinturón

La revisión del gasto de los consumidores italianos: según el informe editado por Cermes, el Centro de Investigación de Marketing y Servicios de Bocconi, solo el 8% de los italianos declara que no ha reducido sus compras en el período 2011-2013 - En el 92% restante hay un fuerte contracción del consumo, sobre todo ropa y vacaciones por 5,32 millones.

Vacaciones, no es culpa del tiempo que los italianos se ajusten el cinturón

Enrico Valdani, investigador de Cermes, el centro de investigación de marketing y servicios de la Universidad Bocconi de Milán, realizó un estudio sobre los hábitos de consumo de una muestra de 2.000 italianos. Solo el 8% de ellos dijeron que no habían recortado las compras desde 2011 hasta el año pasado. Todos los demás continuaron ahorrando en todos los rubros del presupuesto familiar, ropa y vacaciones en todos. 

De hecho, la ropa cayó un 60%, mientras que la categoría de viajes y vacaciones sufrió una contracción del 53%. Las cifras del resto de disminuciones son las siguientes: mobiliario -42%, belleza y fitness -42%, hobbies, deportes y tiempo libre -40%. Pérdidas relativamente menores las sufren internet y telecomunicaciones, salud, seguros, alimentación y bebidas con descensos de entre el 14 y el 18%. Incluso el rubro de informática y electrónica, hasta ahora con buena salud, se ha reducido en un 34% de los italianos.

“La investigación muestra un consumidor consciente, activo, que reacciona ante el deterioro macroeconómico buscando soluciones originales, que van desde la exploración de nuevos canales de distribución, pasando por la atención espasmódica a las promociones, hasta profundizar su conocimiento de internet”, dice Valdani.

También hay espacio en el informe para un pronóstico para el año en curso. La brecha entre la reducción del PIB y el consumo debería seguir reduciéndose, confirmando la tendencia del período 2011-2013, manteniéndose sin embargo en torno a 0,2. Dado, esto, que denuncia cómo las elecciones de los consumidores se muestran renuentes a reconocer inmediatamente los signos positivos de la economía. De hecho, en 2012, el PIB registró una contracción del 2,4% mientras que el consumo cayó hasta un 4,5%. Al año siguiente, el PIB cayó un 1,9% y el consumo un 2,6%, reduciendo la brecha pero reafirmando la dinámica de un consumidor hiperreactivo. 

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