Grecia podría estar más cerca de un objetivo que hasta ayer parecía imposible de alcanzar: la ya famosa reestructuración de la deuda.
Abriendo un atisbo de un posible acuerdo entre Atenas y el Eurogrupo celebrada hoy en Amsterdam fue el presidente Jeroen Dijsselbloem quien anunció a la prensa "pasos adelante en numerosos frentes".
Palabras que revelan la llegada de un nuevo acuerdo que también podría superar los obstáculos planteados por el Fondo Monetario Internacional. Hay dos aspectos fundamentales: en caso de que los griegos no cumplan los objetivos presupuestarios, Alexis Tsipras debería lanzar un nuevo paquete de recortes de tres mil millones de euros, además de avanzar en la senda de las reformas solicitadas por la Troika. A cambio, los acreedores del exterior estarían dispuestos a atender el pedido de reestructuración de la deuda, implementando un plan de revisión de plazos y tasas. Para la próxima semana, se espera que los ministros de Finanzas pongan sobre la mesa opciones con respecto a los mecanismos de entrega del proyecto.
Esta vez sí que parece ser la buena. Grecia y el Eurogrupo habrían encontrado por fin un punto de encuentro sobre los temas más delicados y que hasta ahora habían sido objeto de numerosas fricciones: además de la deuda, también la reforma de las pensiones, la reforma fiscal y la morosidad.
En cuanto a los objetivos presupuestarios, el FMI reiteró que, sin un fuerte recorte de la deuda, nunca se podrán respetar las estimaciones. A raíz de las convicciones de Washington, la Unión Europea habría suavizado su posición. Si Tsipras lanza recortes por otros 3 millones de euros en caso de que no se alcance el superávit primario del 3,5% para 2018, Bruselas renunciará a su deuda. En la reunión del Eurogrupo hubo un punto de vista común sobre un posible reperfilado de la deuda sin aplicar, eso sí, un recorte del valor nominal, sin un 'haircut'. Así lo reveló la número uno del Fondo Monetario, Christine Lagarde: “Sobre la base de nuestro análisis de la sostenibilidad de la deuda griega es posible operar utilizando todos los dispositivos existentes”, salvo un corte de pelo.
El acuerdo definitivo de ayuda (5 millones) debería llegar en julio, mes en el que vencerán 3,5 millones de deudas con acreedores exteriores. De lo contrario, Atenas volverá al borde del abismo y podríamos empezar a hablar de Grexit de nuevo. Sin el inicio del nuevo tramo de préstamos, Atenas estaría una vez más al borde de la bancarrota.
