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Trump "amigable" con China

El presidente estadounidense, que en el pasado había coqueteado con la rebelde Taiwán, da marcha atrás y acepta reconocer a "una sola China" - Mientras tanto, la corte de apelaciones de San Francisco ha negado el restablecimiento de la prohibición del presidente estadounidense, Donald Trump, que prohíbe la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países islámicos.

Trump "amigable" con China

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder chino, Xi Jinping, hablaron por teléfono por primera vez desde que el magnate de Nueva York asumió el cargo en la Casa Blanca. Y el resultado de la entrevista resultó ser un giro.

Trump dio marcha atrás con Beijing, aceptando honrar la línea política estadounidense tradicional que durante décadas ha reconocido "una China". En el pasado, el presidente de EE. UU. coqueteó con el rebelde Taiwán, argumentando que no recibe órdenes de Beijing y que no se siente obligado por una política de una sola China hasta que Beijing haga concesiones comerciales.

"El presidente", dice un comunicado, se ha adherido a "la petición del presidente Xi de mantener la fe en nuestra política de Una China", es decir, el acuerdo que data de 1992 en el que tanto Pekín como Taiwán reconocen precisamente que China está sola, dejándose diplomáticamente partido a interpretar el acuerdo como mejor le parezca: una maniobra que permitió a los primos estrechar lazos económicos dejando abiertos los políticos y territoriales.

"La llamada telefónica fue extremadamente cordial", continúa el comunicado de la Casa Blanca, y también especifica que los dos líderes han extendido una invitación para "reunirse en sus respectivos países".

Mientras tanto, la corte de apelaciones de San Francisco ha negado el restablecimiento de la prohibición del presidente estadounidense, Donald Trump, a la entrada de refugiados y ciudadanos de siete países islámicos, confirmando así la decisión de un juez federal en Seattle. 

Según los jueces de apelación, la administración estadounidense no ha aportado ninguna prueba de que alguien de los siete países en cuestión haya cometido un ataque terrorista en Estados Unidos y no ha explicado la urgencia de la medida.

Según el panel, estaba en juego el interés de la seguridad nacional y la capacidad del presidente para implementar sus políticas por un lado, y el derecho a viajar libremente, para evitar la separación de familias y la discriminación por otro: prevalecía esto último.

“Nos vemos en la Corte Suprema: la seguridad de la nación está en juego”, tuiteó Trump.



La Corte Suprema permanece en un potencial punto muerto (4 a 4) a la espera de la confirmación por parte del Senado de Neil Gorsuch, el nuevo juez designado por Trump. En caso de empate en las votaciones, la decisión de hoy seguiría en vigor y por tanto la convocatoria quedaría suspendida.

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