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Entre Bossi y Berlusconi reunidos en la oscuridad

También se espera la presencia de Tremonti y Alfano en Arcore, pero las elecciones de los partidos están condicionadas por la incertidumbre del referéndum. Mientras tanto, centroizquierda y centroderecha cortejan al tercer polo. Tabacci en el ayuntamiento de Milán, Giannini teniente de alcalde en Bolonia.

Corre el riesgo de ser un encuentro a ciegas, el esperado para la madrugada en Arcore entre Silvio Berlusconi y Umberto Bossi. Reunión a la que también deberían asistir el ministro de Economía, Giulio Tremonti, y el recién nombrado secretario del PDL, Angelino Alfano, así como Roberto Calderoli y, probablemente, el joven Renzo Bossi. Todo apunta a que Bossi ante todo querrá mantener sus cartas lo más cubiertas posible, a la espera de los resultados del referéndum del próximo domingo y lunes.

Sí, porque el esclarecimiento de la situación política y, en particular, del futuro del Gobierno, dependen en gran medida de que se haya alcanzado o no quórum en la consulta del referéndum. Un logro que persiguen las oposiciones y que teme Berlusconi, hasta el punto de haber intentado proteger a su ejecutivo de esa hipótesis defendiendo la absoluta irrelevancia política de las consultas y dando libertad de voto a los simpatizantes de su partido. Una afirmación que, sin embargo, es desmentida de hecho por el recurso presentado por el Gobierno ante el Tribunal Constitucional, que se pronunciará mañana, contra la decisión de Casación de admitir la cuestión sobre la energía nuclear.

Sin embargo, deberían llegar algunas señales de la cumbre de Arcore, especialmente en lo que respecta al paquete económico de 40 millones de euros que nos pide Europa y que Tremonti debería desarrollar, al igual que el primer ministro le pide que libere los fondos necesarios para la reforma fiscal. Mientras tanto, todo fluye en el PDL y la sugerencia de Alfano a la secretaría no fue suficiente para restaurar la calma. Hay muchos en el PDL (Scaiola a la cabeza) que apuestan por la recuperación de la UDC y más en general por reiniciar el diálogo con las formaciones centristas. Pero para que el diálogo sea practicable Casini ha pedido en términos muy claros que Berlusconi dé un paso atrás. Justo lo que el primer ministro no tiene intención de hacer.

Bersani también apunta a la alianza con el tercer polo para construir el gobierno alternativo, que hoy reúne a la dirección del Partido Demócrata. Pero incluso aquí tenemos que lidiar con la resistencia de Casini a entrar en alianzas en las que también participan Di Pietro y Vendola. Pero algo se está moviendo. El nuevo elemento fue puesto en juego por los alcaldes de Milán y Nápoles: Pisapia y de Magistris, denominados por muchos como "extremistas".

Pues Pisapia en Milán ofreció al centrista Tabacci una especie de superdepartamento presupuestario, mientras que en Nápoles las primeras atenciones del nuevo alcalde estuvieron dedicadas a su competidor centrista Raimondo Pasquino, que podría ser el nuevo presidente del ayuntamiento. Mientras tanto, en Bolonia, el alcalde Merola trae al consejo a la economista independiente Silvia Giannini (consejera y teniente de alcalde), profesora titular de Ciencias Financieras en la Universidad de la capital emiliana.

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