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Tokio, efecto "panda" en Bolsa

Un caso singular amenizó la sesión bursátil de este lunes en Japón: el nacimiento de un cachorro de panda gigante en cautiverio, un hecho que no ocurría desde hacía cinco años en el zoológico Ueno de Tokio, desató la euforia de los inversores. Aquí porque.

Tokio, efecto "panda" en Bolsa

Nada tiene que ver el modelo histórico producido por Fiat, ni el Oso y el Toro, habitualmente protagonistas de los mercados financieros: esta vez panda debería escribirse con minúscula y hace referencia al mamífero amante del bambú que vive en los bosques de Asia. El animal, que en el pasado estuvo en peligro de extinción (también es símbolo de la WWF) y que también está emparentado con el oso, fue el inesperado protagonista de la sesión del lunes 12 de junio en la Bolsa de Tokio. ¿La razón? El nacimiento de un cachorro de panda gigante en el zoológico de Ueno en la capital japonesa: un evento muy raro en cautiverio, que no había ocurrido durante cinco años y que hizo que las acciones de dos cadenas de restaurantes que cotizan en Nikkei, Totenko y Seiyoken, se dispararan.

A las 12.38 hora local, la televisión japonesa NHK interrumpió sus programas para anunciar la noticia: inmediatamente las acciones de Totenko, restaurante especializado en cocina china, subieron un 38%, para luego cerrar con un +6,67%. Más o menos la misma reacción para Seiyoken, una cadena que en cambio sirve cocina francesa y que vio subir sus acciones un 11% en ese momento y un 6,48% al cierre de Bolsa. ¿Qué tienen que ver dos restaurantes, que uno espera que no ofrezcan carne de panda en sus menús, con el nacimiento de un cachorro? Simple: ambas cadenas cuentan con un restaurante a pocos metros del zoológico y los inversores han apostado por la posibilidad de que sean tomados por asalto, considerando que en Japón un evento de este tipo suele atraer la curiosidad de millones de ciudadanos y turistas. 

Incluso según las estimaciones de la revista financiera Nikkei, un bebé panda solo con su nacimiento puede generar un impacto económico de 242 millones de dólares. Y esto explicaría por qué los dos títulos tuvieron un auge ya en febrero (en particular, Totenko, que ha ganado un 47 % desde principios de año), cuando el zoológico anunció que ShinShin, la madre del cachorro (su nombre significa "verdad " en japonés), se había quedado embarazada de su pareja Riri (que significa "poder"). Los dos pandas llegaron a Ueno, un zoológico fundado allá por 1882, unos días antes del desastre de Fukushima en 2011. La desastrosa circunstancia no los desanimó: los dos ya habían dado a luz a un cachorro en 2012, que sin embargo murió después de unos pocos dias de vida. ShinShin y Riri son dos de los 420 pandas gigantes que viven en cautiverio en el mundo mientras su presencia en la naturaleza se estima en casi 2.000 unidades. Esta vez parece que el proyecto familiar ha salido adelante, y los mercados también están de fiesta.

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