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Tim, las dos razones que complican el relanzamiento pero finalmente hay una estrategia clara

El nuevo plan industrial de Tim es un valiente intento de atacar las verdaderas causas del declive de la mayor compañía telefónica italiana con una transformación radical cuyo resultado dependerá de su efectiva ejecución

Tim, las dos razones que complican el relanzamiento pero finalmente hay una estrategia clara

Son muchas pero sobre todo dos las razones que han atormentado la vida de Telecom Italia, la mayor compañía telefónica italiana renombrada Tim, desde la privatización hace 25 años hasta hoy, pero el nuevo plan de negocios presentado hace unos días por el CEO pietro labriola puede marcar una línea divisoria de aguas y, si tiene éxito, iniciar la elevación.

Antes que nada, despejemos el campo de un malentendido que durante muchos años ha desvirtuado muchas reflexiones sobre la decadencia de Telecom Italia: la privatización no fue el origen de su crisis, sino lo que sucedió después. Puede ser que, si no hubiera habido prisa por llevar a cabo las privatizaciones rápidamente cuando Europa pedía a Italia que la admitiera inmediatamente al euro, incluso la privatización del 35 % de Telecom podría haberse hecho mejor, sobre el modelo de Eni o Enel para ser claros. Pero no se puede decir que el capitalismo italiano haya dado una gran prueba de previsión con motivo de la privatización de Telecom, por la que el ministro del Tesoro, Carlo Azeglio ciampi se vio obligado, en nombre del gobierno de Prodi, a tocar las puertas de grandes grupos privados, a menudo encontrando la puerta cerrada. Pero este no fue el verdadero origen de la decadencia. En cambio, fue la oferta pública de adquisición de deuda de 102 mil millones de liras lanzada en febrero de 1999 por Olivetti dirigida por el empresario emergente Roberto Colanino y apoyado por los bucaneros de las finanzas de Brescia encabezados por Chicco Gnutti y por Mediobanca con el apoyo decisivo del Primer Ministro de la época Massimo D'Alema. Telecom Italia nunca se ha recuperado de ese lastre mortífero de la deuda y no es casualidad que, más de veinte años después, la reducción de la deuda de unos 20 millones de euros a menos de 5 millones sea uno de los objetivos destacados del nuevo plan Labriola.

Tim, las dos razones principales del declive: oferta pública de deuda y competencia desleal de Big Tech

La segunda razón del declive de Telecom, ya mortalmente endeudada por la oferta pública de adquisición, es que mientras tanto el contexto competitivo de las telecomunicaciones también ha cambiado para peor, ya que en los últimos días un preciado documento agcom quien, números en mano, relató cómo en 10 años las grandes telcos -lastradas por fuertes inversiones, competencia desenfrenada y muy mala regulación internacional- han sido superadas en beneficios e ingresos por Big Tech, de Amazon a Apple y de Facebook/Meta a Google/Alphabet y Microsoft, solo por mencionar los más importantes. Ciertamente el problema no concierne sólo a Telecom Italia sino a todas las grandes telcos del mundo (también a las chinas y americanas y no sólo a las europeas) pero está claro que, si una compañía telefónica, además de la transformación desfavorable de la sector industrial del que forma parte está lastrado por una deuda que quita el aliento, la posibilidad de sobresalir en el mercado se debilita día tras día, sobre todo si no existe una política industrial capaz de responder en términos innovadores al declive de telecomunicaciones

En estos 25 años, Telecom Italia, atrapada en medio de un torbellino continuo de directores generales y accionistas (muchos de los cuales son más rapaces que previsores), ha dado todo para complicarse la vida, pero las verdaderas causas de su crisis: bueno decirlo claro- son los señalados anteriormente: la OPA y la competencia desregulada de Over The Top.

Tim y la valiente apuesta del Plan Labriola

El nuevo director ejecutivo de Tim, Pietro Labriola, que conoce la empresa como la palma de su mano, es sin duda el primero en saber que intentar relanzar el grupo es un desafío que le hará temblar las muñecas y que el resultado final tendrá el sabor de una apuesta. Pero es sacrosanto intentarlo y su plan industrial va en la dirección correcta con una mezcla de valentía, innovación y flexibilidad. Desmontar un grupo integrado verticalmente como Tim dividiéndolo en dos: el red por un lado y servicios por el otro – en la creencia de que los activos individuales valen más que la capitalización bursátil actual de Tim es cualquier cosa menos una operación de rutina y es razonable creer que puede crear más valor. Pero luego está el futuro de la red que afronta con valentía el plan Labriola al imaginar que, al final de su transformación, el grupo podría quedarse sin red o porque -y esta es la opción preferente- la de Tim se venderá a Cdp. y socios para dar lugar a red única con Open Fiber o porque, si falla la primera opción, se venderá a un socio financiero.

Por supuesto, una cosa son los proyectos, aunque estén bien pensados, y una cosa es su ejecución, y es en este frente donde el mercado, que ciertamente hubiera preferido laOferta de adquisición estadounidense de KKR en todo Tim, espera a ver. El partido, por tanto, será largo y el final aún no está claro pero el pistoletazo de salida del plan Labriola, hay que reconocerlo, es prometedor.

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