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Terna: más inversiones, dividendos y sostenibilidad en el nuevo plan

El CEO de Terna, Luigi Ferraris, ilustró el nuevo plan estratégico de cinco años, que coloca el fortalecimiento de la red doméstica en el centro de la transición hacia un nuevo modelo energético, con un salto en inversiones sostenibles y una política de dividendos crecientes.

Terna: más inversiones, dividendos y sostenibilidad en el nuevo plan

Inversiones, sustentabilidad y dividendos, con la red en el centro de la transición energética nacional. Estos son los tres puntos clave del plan estratégico quinquenal 2018-22 presentado hoy en Milán por Terna, que se estructura en cinco pilares: las redes domésticas, para potenciar las que las inversiones serán de 5,3 millones, un 30% más que el plan anterior; actividades no reguladas y desarrollo de fibra óptica; operaciones internacionales, con América del Sur y en particular Brasil en el centro del negocio; la consolidación de la estructura financiera a través de objetivos de crecimiento de beneficios y Ebitda; y el política de dividendos, que tendrá un crecimiento promedio anual (CAGR) de 6% hasta 2020 en comparación con 2017, para luego liquidar un payout del 75% en los dos últimos años del plan, con un dividendo mínimo garantizado igual al de 2020.

“El 70% de las inversiones serán sostenibles: resolverán la congestión, mejorarán la calidad de los servicios así como el impacto ambiental y visual”, dijo en la conferencia El director ejecutivo de Terna, Luigi Ferraris, recordando que las tres macro directrices para el futuro de la energía en el panorama mundial son las dictadas por la COP21, las normas europeas y en Italia por Sen: “Europa está a la cabeza en inversiones energéticas e Italia en 2016 ya produjo, incluida hidroeléctrica, 38 % de energía procedente de fuentes renovables, segundo país tras España. Sin embargo, el cambio climático requiere que por cada euro invertido en renovables, haya un euro invertido en la red, para garantizar que sea segura y resiliente”.

ESCENARIO MUNDIAL 

Las indicaciones de Naciones Unidas (COP21), las directrices de la UE (Paquete de Energía Limpia) y las directrices de la Estrategia Energética Nacional (SEN) convergen hacia un sistema que en los próximos años tendrá que ser necesariamente sostenible, descarbonizado y cada vez más caracterizada por la difusión y la disponibilidad de energía procedente de fuentes renovables. Las metas fijadas por la SEN contemplan alcanzar un 28% de participación de fuentes renovables sobre el consumo total para 2030 (valor que llega hasta el 55% en electricidad), la eliminación total del carbón para 2025, mayores interconexiones con países extranjeros y un potencial de almacenamiento de 5 GW. En este contexto, las redes eléctricas asumen un papel central e incluso más estratégico que en el pasado.

De hecho, los operadores de redes de transporte como Terna jugarán un papel central en este contexto de gran cambio energético a nivel mundial: así lo confirman los 6.700 millones de dólares de inversiones previstas por la Agencia Internacional de la Energía para el sector eléctrico hasta 2025, ligadas principalmente a generación a partir de fuentes renovables e infraestructuras de red: en la práctica, por cada euro invertido en el desarrollo de las renovables corresponderá a un euro invertido en redes eléctricas. Estas inversiones permitirán crear un sistema eléctrico cada vez más interconectado y tecnológicamente avanzado para optimizar la gestión de los flujos, además de ser sostenible desde el punto de vista de la construcción de las obras y la relación con los territorios involucrados.

INVERSIONES

Por lo tanto, fortalecer la red de transmisión nacional es, como nunca antes, el centro de los esfuerzos de Terna durante los próximos 5 años. De hecho, de los 5,3 millones de inversiones en Italia, aproximadamente 2,8 millones de euros se dedicarán al desarrollo de la red eléctrica nacional con intervenciones para aumentar las interconexiones con el exterior, fortalecer las conexiones entre áreas de mercado y racionalizar las redes en las principales áreas metropolitanas del país. Concretamente entre interconexiones internacionales, proyectos que sitúan a Italia en el centro del sistema norte continental, balcánico y euromediterráneo, con el objetivo de aumentar la capacidad de intercambio transfronterizo, facilitando la integración progresiva de los mercados a nivel continental, incluyen aquellos con Francia y Montenegro, cuya finalización está prevista para finales de 2019, y el inicio de las obras del nuevo proyecto SA.CO.I.3 (que conecta Cerdeña, Córcega y la península itálica).

En cambio, unos 700 millones se destinan a plan de defensa. De hecho, Terna prevé la construcción e instalación de dispositivos para aumentar la seguridad y estabilidad del sistema y el mayor desarrollo de su red de fibra óptica con un plan específico para nuevos tendidos. Finalmente, se dedicarán aproximadamente 1,9 millones de euros a actividades de renovación y eficiencia, principalmente para la mejora de la calidad del servicio y para la integración de la red eléctrica adquirida a finales de 2015 al grupo FSI. En cuanto a las actividades no reguladas, Terna consolidará su rol como “Proveedor de soluciones energéticas”, desarrollando servicios para empresas y aprovechando oportunidades de mercado de alto valor añadido para clientes tradicionales y renovables. En el sector de las telecomunicaciones, el negocio se orientará a la búsqueda de oportunidades basadas en la valorización de las infraestructuras del grupo.

INNOVACIÓN Y DIGITALIZACIÓN

Terna dedicará aproximadamente 600 millones de euros al desarrollo de soluciones innovadoras para hacer frente a la creciente complejidad del sistema: invertir en digitalización es fundamental para gestionar los flujos de electricidad en la red de forma segura, eficiente y fiable, también dada la necesidad de compensar la variabilidad de la demanda y, sobre todo, la generación a partir de fuentes renovables intermitentes. Además del mencionado plan de tendido de fibra óptica, se implantarán nuevos sistemas digitales de telecontrol y diagnóstico de centrales.

OBJETIVOS FINANCIEROS Y DIVIDENDOS

Entre los otros objetivos del plan, Terna prevé una aumento de los ingresos a aproximadamente 2,55 millones de euros y el EBITDA a 1,9 millones de euros en 2022, con un crecimiento medio anual superior al 3% para ambos indicadores desde el año pasado. El beneficio neto también está mejorando, con un crecimiento medio anual en torno al 3%, lo que supondrá un beneficio por acción de unos 38 céntimos de euro en 2022. Con estos resultados, se garantizará un flujo de caja operativo de 6,3 millones de euros a lo largo del año. período del plan, lo que contribuirá a la flexibilidad necesaria para llevar a cabo las inversiones previstas, apoyando al mismo tiempo una atractiva política de dividendos. La estructura financiera de Terna se mantendrá sólida con una relación deuda neta/rab que se mantendrá por debajo del 60 % durante el período de cinco años. El el valor de los activos regulados (RAB) alcanzará los 17,5 millones euros en 2022, con una CAGR superior al 3%.

La nueva política de dividendos tendrá una vigencia de cinco años y, como se mencionó, será cada vez más generosa: de 2018 a 2020 se espera un dividendo por acción con un crecimiento promedio anual (CAGR) del 6% en comparación con el dividendo correspondiente a 2017. para los años 2021 y 2022 se espera un payout del 75%, con un dividendo mínimo garantizado igual al dividendo correspondiente al ejercicio 2020. El ejercicio 2017 se cierra con una propuesta de dividendo de 442.198.240 euros, equivalente a 22 céntimos de euro por acción.

PRESUPUESTO 2017

Terna cerró 2017 con un beneficio neto de 688,3 millones de euros, un aumento del 8,7% frente a los 633,1 millones de 2017. Los ingresos alcanzaron los 2,248 millones de euros (+6,9%), EBITDA 1,603 millones (+3,8%), EBIT 1,077 millones (+4 %). Los gastos financieros netos del ejercicio, por importe de 88,8 millones, se reducen en 14 millones frente a los 102,8 millones de 2016, debido a la refinanciación de deuda a tipos más competitivos durante el ejercicio.

El balance de situación consolidado a 31 de diciembre de 2017 muestra una patrimonio neto equivalente a 3,803 millones frente a 3,535 millones en 2016 y, pese a unas inversiones totales de 1,034 millones, un 21% más, la deuda financiera neta se reduce hasta los 7,796 millones, -179,9 millones frente a los 7,976 millones de cierre del ejercicio anterior, gracias a la buena generación de caja del periodo. El consejo de administración de Terna propondrá por tanto a la junta de accionistas la aprobación de un dividendo total para el ejercicio 2017 de 442.198.240 euros, equivalente a 22 céntimos de euro por acción, de los cuales 7,4263 céntimos de euro ya pagados como anticipo y 14,5737 euros centavos como saldo en junio de este año.

''2017 fue un año muy positivo para el Grupo, con resultados crecientes en todos los principales indicadores económicos y financieros - comentó el CEO Luigi Ferraris - Esto permitió reconocer un creciente dividendo de 2017 a los accionistas. Estas cifras, junto con la importante aceleración de las inversiones, que crecieron un 21% respecto a 2016, son la base del Plan Estratégico 2018-2022 que acompañará al país hacia una transformación energética plena. El objetivo es una integración completa de las energías renovables y la digitalización de la infraestructura para una mayor seguridad y resiliencia, en beneficio de todo el sistema. Los ambiciosos objetivos que nos hemos marcado para el futuro -precisó Ferraris- y que pretendemos respetar, nos permiten garantizar a todos nuestros accionistas una política de dividendos generosa, creciente respecto al plan anterior para garantizar un retorno de la inversión seguro y predecible. ''.

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