Son casi siete millones de italianos que tienen al menos un tatuaje pero de estos, el 17,2% dijo que se arrepintió de haberlo hecho y el 4,3% de ellos ya se lo quitaron. La investigación fue realizada porInstituto Nacional de Salud en colaboración con IPR marketing sobre una muestra de casi 8000 personas representativas de la población italiana de doce años o más.
Es interesante señalar los motivos que llevaron a la muestra entrevistada a tatuarse una o varias partes de su cuerpo. La gran mayoría declara que es un simple deseo de adornarse el cuerpo, el 0,5% se ha hecho un tatuaje con fines médicos y el 3% un tatuaje con fines estéticos, el llamado maquillaje permanente.
Una sorpresa las mujeres son las mas tatuadas (13,8% de los entrevistados frente a 11,7%) y de media el primer tatuaje se hace a los 25 años. El mayor número de personas tatuadas se encuentra entre los 35 y 44 años (29,9%). Alrededor de 1 millones de personas tienen entre 25 y 34 años. Entre los menores, el porcentaje es igual al 7,7%.
El 76,1% de los tatuados recurrió a un centro especializado en tatuajes y el 9,1% a un centro de estética, pero un buen 13,4% lo hizo fuera de los centros autorizados y esto puede constituir una importante fuente de riesgo.
“Comprender quién se tatúa y dónde, cómo lo hacen y con qué conciencia, rastrear una especie de demografía del tatuaje significa comprender mejor los problemas críticos asociados con esta práctica y qué reglas se necesitan para garantizar que se lleve a cabo con total seguridad – dice Alberto Renzoni, experto del Istituto Superiore di Sanità que coordinó la encuesta: el 22% de los que acudieron a un centro no firmaron el consentimiento informado. En cambio, es necesario no solo firmarlo sino que al hacerlo haya un consentimiento real y una información real, considerando además que una gran cantidad de personas tatuadas son menores de edad que solo podrían hacerlo con el consentimiento de sus padres”.
