La Ley de Estabilidad aprobada el pasado mes de diciembre prevé nuevas intervenciones en el sector energético, que afectarán a las tarifas aplicadas al consumidor final. En cuanto al suministro de energía eléctrica, se estiman aumentos del orden del 0,7% por familia. El aumento, en parte compensado por una reducción en el costo de la electricidad (-1,2%), es parte de los subsidios para empresas intensivas en energía, decididos por el exministro de Desarrollo Económico Corrado Passera y confirmados por el nuevo gobierno. El componente Ae de las facturas de consumo de los hogares volverá a incluir, por tanto, los incrementos necesarios para absorber el apoyo a las empresas cuyo gasto en consumo energético supere el 2% de la facturación, o que consuman al menos 2,4 GWh de energía al año, fuertemente desfavorecidas en comparación con otras realidades europeas a la hora de afrontar unos costes energéticos entre los más altos de la media comunitaria.
Una maniobra, la a favor de las empresas intensivas en energía, que sin embargo tuvo como resultado crear más dificultades para las pequeñas y medianas empresas que no entran dentro de los subsidios, como también denunció Confcommercio, que en el cálculo del Costo Terciario de Electricidad Index da la voz de alarma por el empeoramiento de la situación de los comerciantes, establecimientos públicos y hosteleros, y denuncia la amplitud del desfase entre el precio minorista de la energía y el de la materia prima. No obstante, la Ley de Estabilidad ha previsto intervenciones para la remodulación de los incentivos, una revisión de las tarifas especiales y una modificación de la tarifa bitarifa que debería adelantar el tiempo en el que se suministra energía a menor coste.
En cuanto al suministro de gas, sin embargo, no se han establecido aumentos, sino que por el contrario se espera una contracción en los costos de la materia prima que debería tener un efecto en las tarifas a partir de abril. Una nueva regulación aplicada a los operadores del sector debería suponer también mejoras significativas en la calidad del servicio ofrecido. Ahora será posible solicitar la activación y desactivación del suministro de gas también por teléfono, mientras que el tiempo para obtener presupuestos para intervenciones más complejas no debe exceder los 30 días. Las interrupciones en el servicio de suministro deberán ser comunicadas con al menos 3 días hábiles de anticipación. En caso de que no se respeten los parámetros cualitativos, la indemnización automáticamente prevista ascenderá a 35 euros.
