Mariano Rajoy baja la puntería. El objetivo de España para 2012 es ahora bajar a una ratio déficit-PIB del 5,8%, una meta mucho más realista que el ambicioso 4,4% señalado por el anterior Ejecutivo presidido por Luis Zapatero. Así lo ha anunciado hoy el jefe de Gobierno en Madrid, aunque ha añadido que el resultado final seguirá siendo el mismo: el país ibérico sigue apuntando a alcanzar el 3% el próximo año.
Una aclaración que muchos han interpretado como un intento in extremis de Rajoy para no perder la benevolencia de sus socios europeos, con los que el asturiano firmó esta mañana el acuerdo para el pacto fiscal. Al término del Consejo Europeo de Bruselas, Rajoy anunció el cambio de objetivo para el año en curso -causado por el empeoramiento de los datos del PIB- y subrayó que la decisión atañe a la "soberanía" del país.
Pero Europa tiene su peso y se hace sentir. De hecho, el Consejo no aceptó la petición de España de retrasar la adopción de un nuevo paquete presupuestario para compensar el déficit mayor al esperado. Sin nuevas medidas de austeridad y recortes de gasto (hablamos de 30 millones de euros), el 3% de déficit de 2013 sería solo un sueño.