La Roma ya no sabe ganar. El de Empoli es el cuarto empate consecutivo, el sexto en los últimos 8 partidos. Números despiadados, como lo demuestra la clasificación: ahora los puntos del líder, la Juve, son 6 (pero hoy podrían convertirse en 9) y detrás hay un Napoli que se acerca amenazador (si los Azzurri ganan al Chievo se irían a menos 4). En definitiva, más que apuntar hacia adelante, los giallorossi harían bien en cuidarse las espaldas, porque a este ritmo, la verdadera misión de la temporada será el control del segundo puesto. Sin embargo, el mercado echará una mano: desde ayer se oficializa la compra de Doumbia al CSKA de Moscú (14 millones) y hoy se cerrará también el 90% de las negociaciones para Ibarbo (2 millones inmediatos al Cagliari y 12 en junio) y Chiriches (cedido por el Tottenham). Oxígeno puro para un grupo cansado y nervioso, vaciado también por las lesiones (después de que también parara Strootman Iturbe) y varias ausencias (pesa mucho la de Gervinho).
“Estamos en un momento con muchos problemas, lo único que se salva es la reacción en el segundo tiempo, el análisis de García. – Estábamos abajo por un gol y un hombre, luego en la segunda parte intentamos ganar. Lástima, la rueda de la fortuna no gira a nuestro favor”. Un partido a dos caras el de la Roma, una constante del último mes. De hecho, una vez más los giallorossi tardaron en meterse en el partido, un error imperdonable a estos niveles, sobre todo si te enfrentas a un equipo excelente como el Empoli de Sarri. Quien por más de 45' ganó todos los duelos individuales, dominando desde el punto de vista físico y golpeando al grupo de García donde más le duele, o mejor dicho en medio de los centrales.
En el 39' Saponara se encontraba cara a cara con De Sanctis, obligando a Manolas a cometer falta: expulsión, penalti y gol de Maccarone. Al final de los tiempos, sin embargo, la rueda giró: un toque de brazo (o de hombro, las imágenes no aclaran del todo) del propio Saponara, segunda tarjeta amarilla y restablecida la paridad numérica. El episodio, combinado con los abucheos ensordecedores del Olímpico, despertó a la Roma, que recuperó el partido en el inicio de la segunda parte. La zurda de Maicon estuvo espléndida, un chut de billar que batió a Sepe y devolvió a los giallorossi a toda marcha. Y cuando unos minutos más tarde Astori golpeó el larguero, hubo una sensación de que el equipo de García realmente podía darle la vuelta.
En realidad, Empoli ya no corría peligros particulares, en parte por la excelente organización del juego impartida por Sarri (expulsado por protestar), en parte por la previsibilidad de la Roma, que nunca supo dar con el comodín. El 1-1 es el resultado más justo, y hoy la Juventus sí que se puede escapar. De hecho, a las 15 horas los bianconeri saltarán al campo del Udinese con el objetivo de ganar para ampliar su ventaja a 9 puntos. En definitiva, un partido delicado, no es casualidad que Massimiliano Allegri quisiera mantener a todos contra las cuerdas. “Nuestra ventaja en la clasificación no significa nada, dos empates son suficientes para desperdiciarla – explicó en la rueda de prensa. – Este es un momento crucial en el campeonato, tenemos que llegar al partido directo sin perder ningún punto.
La madurez de un equipo se nota en estos partidos, hay que aprender a ganar aunque sea jugando mal. Y en Udine, a menudo, no salen carreras especialmente buenas...". En resumen, ay de relajarse, también porque la misión de la empresa prevé un camino claro hasta el partido contra la Roma el 2 de marzo (entre Milán, Cesena y Atalanta), para luego concentrarse por completo en la Liga de Campeones. Esto explica, por tanto, la determinación de Allegri, cuyo balance frente a su colega Stramaccioni está en perfecta paridad (1 victoria, 1 derrota y 1 empate). “Ganar en Udine nunca es fácil, y luego está Di Natale que siempre marca – reiteró. – Será un partido para jugarlo con mucha atención, tratando de cometer el menor número de errores posible”. Inmediatamente después del partido, comenzará la carrera final del mercado de fichajes, que traerá de regreso a Alessandro Matri a Turín. De hecho, la pista de Osvaldo se complicó, Marotta llegó a un acuerdo con Preziosi para la cesión del delantero (Borriello irá al Génova).
Sin embargo, esto solo se pensará al final de la tarde, primero la cabeza tendrá que estar bien presente en el estadio de Friuli. Allegri tiene problemas sobre todo en el centro del campo: de hecho, a la sanción de Marchisio se ha sumado la baja de Vidal. Para ello existe la posibilidad de volver al 3-5-2, aunque las últimas noticias dan como formación favorita al 4-3-1-2. En defensa, por delante del capitán Buffon, jugarán Lichtsteiner, Bonucci, Chiellini y Evra, en el centro del campo espacio para Padoin, Pirlo y Pogba, con Pereyra mediapunta por detrás de Tevez y Morata, preferido de nuevo a Llorente. Stramaccioni intentará el golpe con el clásico 3-5-1-1, con Thereau y Di Natale a la cabeza.
