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Salud, demasiadas desigualdades entre las regiones de Italia

El Observatorio Nacional de Salud de la Universidad Católica ha radiografiado el estado de salud en las distintas regiones italianas, constatando las causas y los efectos de las desigualdades encontradas en las distintas zonas del país

Salud, demasiadas desigualdades entre las regiones de Italia

El Observatorio Nacional de la Salud en las Regiones Italianas de la Universidad Católica ha destacado recientemente el problema de la desigualdades en salud, determinado por factores vinculados "al contexto" en el que viven los ciudadanos y "a los propios individuos" y capaz de generar brechas significativas en la población italiana, también en términos de acceso a los servicios de salud.

FACTORES PRINCIPALES

Según el Observatorio, las desigualdades vienen determinadas por los recursos puestos a disposición del Servicio Nacional de Salud, por su organización, por el grado de urbanización y por el capital social del territorio de residencia. Estos factores, indicados como factores relacionados con el contexto, se superponen con factores individuales, tanto de naturaleza biológica (por ejemplo, herencia genética, género, edad), como de naturaleza socioeconómica (por ejemplo, ingresos, calificación educativa, profesión).

DESIGUALDADES EN SALUD

La esperanza de vida, la mortalidad prematura, la presencia de condiciones crónicas representan el efecto combinado de los factores antes señalados y nos permiten tener un panorama general del territorio nacional. Los datos de 2017 informados por el Observatorio indican que, mientras en Campania hombres y mujeres viven una media de 78,9 y 83,3 años, en la Provincia Autónoma de Trento los hombres alcanzan los 81,6 años mientras que las mujeres 86,3. En términos generales, el Nordeste registra una mayor supervivencia (esperanza de vida de hombres y mujeres igual a 81,2 y 85,6 años) frente al Sur (esperanza de vida de hombres y mujeres igual a 79,8 y 84,1 años). Florencia es la provincia más longeva (84,1 años de esperanza de vida; 1,3 años más que la media nacional) mientras que Caserta y Nápoles tienen una esperanza de vida más de 2 años inferior a la media nacional (datos de 2016). Campania, Sicilia, Cerdeña, Lazio, Piamonte y Friuli también representan las Regiones con altos valores de mortalidad prematura, habiendo registrado numerosas muertes evitables entre 2004 y 2013.

LA BRECHA SOCIAL

Un hombre italiano puede esperar vivir hasta los 77 años si tiene un bajo nivel de educación y 82 años si tiene un título, mientras que las mujeres italianas pueden aspirar a 83 y 86 años respectivamente (datos de 2012). La prevalencia de personas con al menos una enfermedad crónica grave en el grupo de edad de 25 a 44 años es del 5,8 % entre los que tienen un nivel educativo bajo y del 3,2 % entre los titulados universitarios. Esta brecha parece aumentar con la edad, entre los 45-64 años los porcentajes alcanzan el 23,2% y el 11,5%. Entre el resto de datos que reporta el Observatorio también encontramos que la obesidad afecta al 14,5% de las personas con bajo nivel educativo, mientras que el porcentaje baja al 6% entre las más educadas. Los padres titulados también contribuyen a influir en la salud de sus hijos: el 20% de los hijos de mujeres tituladas tienen sobrepeso pero este porcentaje sube al 30% cuando la madre tiene un bajo nivel educativo.

DESIGUALDADES EN EL ACCESO A LOS SERVICIOS

En nuestro país, los ciudadanos suelen abandonar el tratamiento o los servicios de salud ante la imposibilidad de pagar el boleto del servicio: circunstancia que incide negativamente en la posibilidad de prevenir una enfermedad o diagnosticarla oportunamente. El Observatorio destaca, también en este caso, el peso debido a la brecha social, informando que "en el grupo de edad de 45 a 64 años, la renuncia a por lo menos un servicio de salud equivale al 12% entre quienes han completado la escolaridad obligatoria y 7 % entre los graduados. El retiro por razones económicas entre las personas con bajo nivel educativo es igual al 69%, mientras que entre los graduados esta cuota se detiene en el 34%”.

CONCLUSIONES

Nuestro Servicio Nacional de Salud, de carácter universalista, tiene que hacer frente a una gran demanda de salud caracterizada por la cronicidad y polimorbilidad, teniendo en cuenta los limitados recursos económicos. Por tanto, la lucha contra las desigualdades sigue siendo un objetivo a perseguir a través de iniciativas destinadas a mejorar el empoderamiento cultural en términos de salud y estilos de vida y mejorar el acceso a la atención haciendo que el sistema sea más sostenible, por ejemplo, poniendo en red las estructuras hospitalarias y territoriales y verificando la adecuación de los servicios ofrecidos, mejorando así un sistema de salud que, habiendo registrado una diferencia de 6,6 puntos porcentuales entre los menos y los más educados en términos de desigualdades, se mantiene solo superado por Suecia.

fuente: i-com.it

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