“Aficionados amarillos, tengo un regalo especial para vosotros”. Francesco Totti no ha querido desvelar nada más, pero está bastante claro que el presente en cuestión tiene algo que ver con Roma-Catania (15 horas). Un juego fácil, al menos sobre el papel, y quizás más delicado por ello. Los giallorossi, tras celebrar la reapertura de la Curva Sud, quieren hacer lo mismo sobre el césped, quizás esperando un paso en falso de la Juve en Bérgamo.
En cualquier caso, un triunfo ante el Catania (último en la clasificación con sólo 10 puntos, 28 menos que la Roma) es imprescindible, porque de lo contrario hasta el súper desafío de la Epifanía contra los líderes perdería sentido. "Contra la Juve para nosotros es como un segundo derbi", explicó Totti, que hoy debería estar de vuelta en el césped desde el primer minuto.
“Francesco aún no tiene 90 minutos en las piernas – explicó García. – Lo importante, sin embargo, es que esté curado, lo necesitamos”. El técnico francés tiene que hacer frente a dos fuertes ausencias (los sancionados De Rossi y Strootman), así como a una serie de amonestaciones ilustres que hacen temblar a la vista del Turín (Pjanic, Florenzi, Maicon y Ljajic).
“Yo no hago este tipo de cálculo – respondió en la conferencia. – Tengo dos opciones: o meto a otro centrocampista para que juegue o cambio de forma”. La solución más probable es la primera, con Taddei (alternativamente Marquinho) en el centro del campo junto a Bradley y Pjanic, mientras que la segunda ha perdido altura, lo que habría visto a los giallorossi sobre el césped con un inédito 4-2-3-1. García prefiere apoyarse en el probado 4-3-3, que le permite a Gervinho dar lo mejor de sí. A la derecha estará Florenzi (favorito sobre Ljajic), en el medio, de hecho, el capitán, con Destro dispuesto a tomar el relevo del partido en curso.
"Nuestro objetivo es llevarnos los tres puntos, queremos darle a nuestra afición un lindo regalo de Navidad", pensó García, quien sin embargo prefirió no ir demasiado lejos con la palabra Scudetto. “Al comienzo de la temporada, nadie hubiera esperado que la Roma tuviera 38 puntos antes del descanso, explicó. – Tuvimos una primera parte increíble, y entre otras cosas también nos faltan algunos puntos. Pero tal vez sea mejor ser segundo que primero, prefiero que la afición tenga una gran, enorme y maravillosa sorpresa al final de la temporada, en lugar de que les digan 'ganamos el título' y no lo hagan. Una sorpresa es mejor que una decepción".
En definitiva, el francés se lo cree pero no quiere engañar a nadie. Es mejor concentrarse en Catania, un oponente casi desesperado que absolutamente necesita puntos. Una situación extrema, que sin embargo recuerda vagamente los partidos contra Sassuolo y Cagliari, que terminaron con decepcionantes empates en casa. “No nos habíamos equivocado de planteamiento, solo teníamos que marcar más – se defendió García. – Sin embargo, no necesito motivar a mis jugadores, todos tienen muchas ganas de terminar el año con una victoria”. Para luego lanzar el desafío contra la Juve el 5 de enero, pero esa es otra historia.
