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Roccasecca dei Volsci, esas montañas mágicas de la provincia de Latina donde los parapentistas se atreven

Parapente: un salto y vuelas. Una experiencia fantástica que atrae a un número creciente de nuevos entusiastas. El vuelo libre ya ha conquistado a grandes y pequeños, gracias también a la presencia de gimnasios naturales para hacer ejercicio no lejos de las grandes ciudades.

Roccasecca dei Volsci, esas montañas mágicas de la provincia de Latina donde los parapentistas se atreven

Las montañas Lepini y Ausoni siempre han sido un destino para los excursionistas romanos y más allá. Los senderos son numerosos y el paseo en la naturaleza es un atractivo irresistible para muchos. Desde hace varios años, los prados de altura se pueblan de la nueva realidad de los senderistas aéreos. Los pilotos de parapente suelen reunirse en esta zona, un punto privilegiado para el despegue.

Hay todo un negocio detrás de esta pasión que está contagiando a un número creciente de entusiastas. Las escuelas de vuelo están equipadas para que vivas, con total seguridad, el bautismo del vuelo biplaza acompañado de un instructor. Una experiencia que todo el mundo puede hacer, con poco gasto y sin preparación física.

El mercado inducido del parapente está formado por campos alquilados para desembarcos, que alegran a los propietarios de los terrenos que nunca habrían pensado en obtener una compensación diferente y adicional a la de la concesión de pastoreo.

Luego está el equipo muy técnico, que incluye velas de diferentes tamaños, sistemas de emergencia, cascos, herramientas de comunicación por radio e incluso zapatos. Sí, porque no puedes aterrizar con cualquier zapatilla más de lo que puedes caminar con zapatillas de tenis.

Se trata de productos de alta calidad, materiales tecnológicamente avanzados, ciertamente caros, pero no tanto como para desanimar a los recién llegados a volar. No más de lo que puede costar el equipo de buceo o windsurf. Las tiendas especializadas en deportes ahora tienen departamentos separados para elegir el equipo, los mosquetones y los kits de seguridad adecuados. Los fabricantes, en algunos casos también presentes en el mercado con catálogos reservados al kitesurf, se están volcando hacia esta actividad que va perdiendo sus características de nicho y que ahora genera márgenes interesantes.

Finalmente, el aspecto aparentemente secundario de los puntos de avituallamiento. Sí, porque donde hay un vuelo en parapente hay al menos cinco amigos en el suelo para comentar, dispuestos a continuar la charla con las piernas debajo de la mesa. Es un hecho incontrovertible que donde se vuela bien, se come de manera igualmente divina.

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