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Ahorros, ING Bank: los hogares tienen más confianza en su situación financiera

El índice de Bienestar Financiero de ING Bank muestra mayor confianza que en el pasado – La satisfacción de los hogares con sus ingresos vuelve a los niveles de 2011 – Los millennials son los más optimistas, mientras que los autónomos desconfían del futuro – Geográficamente, el Nordeste sube con fuerza, mientras que el El Centro y sobre todo el Sur se mantienen en un nivel bajo.

Ahorros, ING Bank: los hogares tienen más confianza en su situación financiera

A pesar de las persistentes dificultades, Las familias italianas tienen un poco más de confianza en su situación financiera. Así lo confirma el Financial Welfare Index (Ibf) de ING Bank que, en su encuesta anual, registra la continuación de la tendencia positiva iniciada en 2015 en cuanto al bienestar percibido por las familias en el maletero.

No solo eso, como explicó Paolo Pizzoli, economista senior de Ing Bank durante la presentación del informe, si bien el nivel de confort financiero sigue siendo bajo debido a la larga crisis de la que nuestro país comienza a recuperarse, poniendo en marcha un débil crecimiento, En comparación con la encuesta realizada en abril de 2016, la encuesta de septiembre muestra una mayor confianza que en el pasado en todos los parámetros que considera el índice.

Generalmente hablando, el Índice de Bienestar Financiero en septiembre de 2016 se situó en 46,3, registrando un incremento de 1,5 puntos respecto a la encuesta pasada (44,8 puntos) y una variación de casi el doble respecto al período anterior.

También llegan señales positivas a la dimensión relativa a la capacidad de los hogares para gestionar sus deudas: A corto plazo. la mejora supera los 2 puntos porcentuales, alcanzando los 58,7 en un contexto caracterizado por un bajo coste del dinero. En deuda a largo plazo, el indicador se mantiene sustancialmente sin cambios en 43,3 puntos (+0,3). Un elemento que influye mucho en esta situación, explica Paolo Pizzoli, es también la intervención del Banco Central Europeo, que ha repercutido sobre todo en las hipotecas.

Más significativo aún es el aumento de la satisfacción que tienen las familias en la posibilidad de reservar ahorros que, en septiembre de 2016, supone un incremento de 2,6 puntos respecto a la encuesta anterior, alcanzando los 4,3, en línea con el mayor confort registrado en los ingresos. La evolución del índice de inversiones asciende a 59 puntos, creciendo 2 puntos respecto a la primavera del presente año, cuando en cambio había registrado una contracción.

Desde un punto de vista geográfico, el Ibf de ING Bank muestra una cambio muy claro de los ciudadanos del noreste (Triveneto y Emilia), zona que en 2015 había registrado un fuerte descenso en la percepción de bienestar financiero. En septiembre de este año, sin embargo, el índice subió 4,5 puntos, acortando la brecha con el Noroeste, donde el aumento fue más moderado (de 51,8 a 52,3 puntos). A pesar de las mejoras registradas, tanto el Centro (que sube a 47,3 desde 46,5) como el Sur (que llega a 39 desde los 37,5 puntos anteriores) se mantienen por debajo de la media.

Por otro lado, sorprende el resultado que se deriva del análisis realizado desde un punto de vista demográfico, según el cual, los más optimistas serían los Millennials, a pesar de las muchas dificultades enfrentadas en los últimos años. Pero hay más, porque no solo en la franja de edad de 18 a 34 años el índice subió 4,3 puntos frente a los 45 de abril de 2016, sino que el nivel alcanzado (49,3 puntos) representa el valor más alto jamás registrado. La mejora -como ha subrayado Sara Galli- va ligada a la percepción de que por fin hay mayores perspectivas de futuro, gracias a la reforma del mercado laboral y a las favorables condiciones actuales en materia de hipotecas para la adquisición de viviendas, importantes en un edad a la que se empieza a formar una familia.  

Sin embargo, en cambio, los autónomos, por lo que el índice muestra una caída de 2,5 puntos. En realidad, explica Galli, si se tienen en cuenta los indicadores de actualidad, incluso los autónomos serían positivos. El dato negativo deriva de la dificultad de esta categoría para construir una visión prospectiva del futuro, respecto del cual, independientemente del tamaño de la empresa, persiste una profunda incertidumbre.

Analizar los datos que surgen de la encuesta desde un punto de vista dinámico, Paolo Pizzoli subraya cómo "La mayor recuperación de la FIB, sostenida por todos sus componentes, parece consistente con la evolución de la situación macroeconómica interna. La recuperación económica, aunque débil, todavía está en marcha. El avance en el empleo, obtenido también gracias a la puesta en marcha de la reforma del mercado laboral, ha tenido un impacto positivo en la renta, de la que también se han beneficiado los jóvenes, hasta hace poco excluidos de la recuperación”.

“Los tipos de interés muy bajos y la ausencia de presiones inflacionarias significativas en el frente energético –prosigue el economista– también han reducido el peso del coste de las hipotecas y han facilitado el pago de las facturas, ayudando a fabricar el bono Blance. A pesar del panorama más favorable, el comportamiento de las familias parece seguir marcado por la prudencia”.

Sobre el futuro de la economía y por ende del propio índice, Rizzoli no dice demasiado, explicando que dado el marco de alta incertidumbre, especialmente a nivel internacional (desde el Brexit hasta la presidencia de Donald Trump) es difícil hacer predicciones.

Finalmente, cabe señalar que, por primera vez, la encuesta también incluyó una sección sobre la educación financiera de los italianos en su ámbito de análisis y su enfoque de la gestión del ahorro, del que surge un panorama bastante sombrío. Cuando se les preguntó sobre el tiempo dedicado a la información financiera y la gestión del ahorro, el 67 % de los italianos respondió que no se ocupan de estos asuntos en absoluto, mientras que solo el 2 % dedica algunas horas a estas actividades cada semana. De este primer dato se deriva un segundo relativo a la comprensión de los conceptos básicos de las finanzas: el 79% de la muestra entrevistada (1.000 personas mayores de 18 años, con cuentas bancarias) cree tener poco o muy poco conocimiento de los conceptos financieros básicos. términos, mientras que solo el 36% dice conocer el concepto de diversificación de cartera y menos de un tercio entiende cómo funciona la correlación entre el riesgo y el rendimiento de una inversión.

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