Además de crisis de gobierno, la Cámara y el Senado esta semana estarán ocupados examinando la plan nacional de recuperación y resiliencia. El borrador, enviado por el Gobierno al Parlamento el pasado 15 de enero, supone un paso más hacia la definición del documento que debe elaborar nuestro país antes del 30 de abril para acceder a los fondos Next Generation EU (NGEU), el nuevo Instrumento de Recuperación de la Unión Europea. El objetivo es definir un paquete coherente de reformas e inversiones para el período 2021-2026.
En el Senado, el examen de la propuesta de Plan se estrena en las Comisiones Mixtas de Presupuestos y Políticas de la Unión Europea, mientras que en la Cámara participan las Comisiones de Asuntos Exteriores, Medio Ambiente, Actividades Productivas, Trabajo, Asuntos Sociales, Agricultura y Políticas de la Unión Europea.
El plan deberá detallar los proyectos, medidas y reformas previstas en las áreas de intervención atribuibles a seis pilares fundamentales:
- transición verde;
- transformación digital;
- crecimiento inteligente, sostenible e integrador, incluida la cohesión económica, el empleo, la productividad, la competitividad, la investigación, el desarrollo, la innovación y la creación de un mercado único que funcione correctamente con pymes fuertes;
- cohesión social y territorial;
- resiliencia y salud económica, social e institucional, incluso con miras a aumentar la resiliencia y la preparación para las crisis;
- políticas para la próxima generación, niños y jóvenes, incluidas la educación y las competencias.
En cuanto a los recursos de que dispone Italia, a efectos de la ejecución del Plan, la previsión total de gastos asciende a 223,91 millones de euros.
