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Banca Privada: tres retos de futuro

Según el informe de Mckinsey titulado “El futuro de la banca privada en Europa”, en 2019 los beneficios bajaron hasta los 13,3 millones, la tendencia en los meses pre-Covid fue positiva - Tres retos a afrontar en un futuro próximo

Banca Privada: tres retos de futuro

Il banca privada necesita una transformación. Lo dice lo nuevo Informe McKinsey titulado "El futuro de la banca privada en Europa: Preparándose para el cambio acelerado", que analiza el desempeño del sector en Europa en 2019 y en el primer trimestre de 2020. 

Según el estudio, la pandemia ha apuntalado cambios ya en marcha en las expectativas de clientes y empleados que, sumados a presiones históricas preexistentes en la industria, requieren acelerar su transformación.

Pero antes de hablar del futuro, McKinsey analizó i resultados 2019, un año que confirmó la tendencia a la baja de una década en los márgenes de beneficio y los ingresos, pero también la tendencia de los costos aumentando más rápido que los ingresos y un aumento en la relación costo/ingreso. 

Entrando en detalles, yo beneficios disminuyó por segundo año consecutivo, cayendo un 1,5% a 13,3 mil millones de euros desde 13,5 en 2018, mientras que el margen de beneficio agregado cayó a su nivel más bajo en 12 años a 21 puntos básicos de activos bajo gestión desde 22 puntos en 2018 (era 35 puntos en 2007)

La colección neta en 2019 alcanzó el 2% de los activos bajo gestión, en línea con el año anterior, si bien los mercados favorables permitieron un crecimiento global en AUM del 10%.

abajo también yo márgenes de ingresos, de 75 puntos base a 73 puntos base de Aum, mientras que los costos generales crecieron en línea con los ingresos y los márgenes de costo cayeron a 52 (de 53). “Esta incapacidad para controlar los costos a pesar de la presión sobre los ingresos –comenta McKinsey– hizo que la relación C/I de 2019 alcanzara el 71 %, 1 punto porcentual más que en 2018 y el nivel más alto desde 2012”.

Il primer trimestre 2020 parecía mostrar un cambio de ritmo, gracias al aumento de la actividad comercial, pero la explosión de la pandemia de Covid-19 ha revuelto las cartas sobre la mesa. En detalle, en los tres primeros meses del año en curso, aunque los activos bajo gestión cayeron un 10%, los beneficios aumentaron un 7% hasta los 14 millones, lo que equivale a un margen de 23 puntos en base anual. También los ingresos agregados, que crecieron un 3% hasta los 47 millones, y los costes, que aumentaron un 2% hasta los 33 millones. 

“Relativo al primer trimestre de 2020, Las personas entrevistadas por McKinsey identificaron tres acciones estratégicas principales para implementar en los próximos tres a seis meses: evaluación general de sus carteras de productos e inversiones en tecnología, reducción de costos de contingencia y desarrollo de nuevos productos. Estas son acciones razonables destinadas a resolver los desafíos inmediatos de la crisis de COVID-19 que deberían respaldar un regreso gradual a los negocios”, se lee en el informe, que subraya la necesidad de abordar tres nuevos retos: presiones sobre los ingresos y las ganancias resultantes de las incertidumbres causadas por la crisis de COVID-19, acelerando la demanda de servicios digitales por parte de los clientes y el cambio al trabajo remoto. 

En conclusión, el informe describe la prioridades estratégicas para bancos privados:

  • reconocer la necesidad de acelerar la transformación,
  • establecer metas claras y ambiciosas para su futuro en la nueva normalidad y aumentar concretamente el ritmo de ejecución,
  • restablecer su base de costos para incentivar la inversión futura en nuevas habilidades,
  • permanecer flexibles, dadas las incógnitas que rodean el desarrollo de la crisis actual.

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