comparte

Impuesto al plástico, el impuesto que no gusta a Renzi y hace temblar al Partido Demócrata en Emilia

El ministro Gualtieri promete remodular la tasa del Plástico que está dividiendo a la mayoría gubernamental y levantando las protestas de empresas y sindicatos con efectos electorales que podrían ser decisivos en Emilia-Romagna - Pero es realmente imposible conciliar un cambio ecológico con los derechos de las empresas y de los consumidores?

Impuesto al plástico, el impuesto que no gusta a Renzi y hace temblar al Partido Demócrata en Emilia

El impuesto al Plástico, que nació con la nueva maniobra presupuestaria, llega recién mañana en Parlamento pero ya hace temblar al Gobierno y más aún la Pd de Emilia Romagna. Hace temblar al Gobierno porque la Italia Viva de Matteo Renzi promete chispas a las Cámaras para abolirla o al menos corregirla y hace temblar al Partido Demócrata y a la Giunta Bonaccini en Emilia y Romagna porque a los sindicatos y a las empresas no les gusta y precisamente en esa región, que va a elecciones en enero, está el distrito de los envases que ve el impuesto al Plástico como el humo y los espejos. “Con el impuesto al Plástico –protestan los industriales– están destruyendo un sector que vale 5 mil millones”.

Pero es simplemente imposible discutir un avance ecológico sin plástico ¿conciliarlo con los derechos de las empresas, los trabajadores y los consumidores? Este es el reto político que le espera al Parlamento y que puede provocar fibrilación en el Gobierno y en la mayoría si, en lugar de hacer un examen de fondo de la medida, se opta por las habituales cruzadas ideológicas.

Pero, ¿qué es el impuesto al plástico? Se trata de un nuevo impuesto, sobre el que el propio ministro de Economía, Roberto Gualtieri, ha expresado su perplejidad pero que ha impuesto el Cinco Estrellas, que prevé la tasa de un euro por kilogramo en todos los productos desechables que contengan plástico (de botellas a bandejas, de bolsas a tetrapak, de películas a etiquetas) excepto las jeringas y que a partir de abril de 2020 deberán pagar trimestralmente todas las empresas que produzcan bienes que contengan plástico o que lo importen. Por eso las empresas se oponen pero por eso tampoco les gusta a los sindicatos, que temen repercusiones negativas en el empleo y en los precios de los productos que pagan los consumidores. Se estima que la tasa del Plástico, según afirma Federconsumatori, podría costar a cada ciudadano 180 euros al año.

Matteo Renzi, aunque sin ninguna intención de derrocar al gobierno, lidera la batalla parlamentaria contra el actual Impuesto al Plástico. “Es un golpe para la clase media”, argumentó el líder de Italia Viva sul Messaggero, quien prometió enmiendas a la ley en cuestión en la maniobra presupuestaria.

Pero los temores de Renzi son también los de Gobernador de Emilia Romagna, Stefano Bonaccini del Pd, que se prepara para liderar una batalla campal para defender la Región Roja del asalto de la Liga en las próximas elecciones de enero, que podrían decidir la suerte del propio Gobierno de Conte. “Estamos compartiendo nuestro plan comarcal sin plásticos -explica Bonaccini- con las empresas del sector, estudiando mecanismos de compensación e incentivos que no perjudiquen al sector, para un cambio ecológico absolutamente necesario pero que no debe afectar a las empresas y al trabajo”.

Bonaccini, a quien Renzi ya le garantizó su apoyo en las próximas elecciones autonómicas, es diplomático aunque furioso, pero en el Partido Democrático de Emilia-Romaña no ocultan su temor a los efectos electoralmente desastrosos que la Tasa del Plástico puede tener en enero. votar: “Con ese impuesto se pierde aquí” dicen sin demasiadas palabras los ejecutivos y militantes del Partido Democrático de Emilia-Romaña. Por ahora, el secretario del Partido Demócrata Nicola Zingaretti guarda silencio

Pero no será fácil lograr que todos estén de acuerdo, porque gran parte del Partido Demócrata -encabezado por el subsecretario Andrea Orlando, que tiene muchas posibilidades de convertirse en la campeona de las causas perdidas -, los Verdes y Leu están claramente a favor del Impuesto al Plástico. El Parlamento decidirá pero saltarán chispas en los próximos días, salvo que, como parece, prevalezca el sano pragmatismo del ministro de Economía Gualtieri, que no descarta el aplazamiento de un año de la tasa del Plástico, compensando la recaudación con medidas alternativas y quien ya ha recibido los aplausos de Matteo Renzi

Revisión