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Más renovables en Europa: el sí de Italia a la prueba de fuego

En el Consejo Europeo de energía, la propuesta de aumento de cuotas del 27 al 35%. Es importante no pasar por alto lo que ya prevé la SEN italiana. El próximo miércoles tendrá lugar un nuevo enfrentamiento en el Parlamento Europeo

Más renovables en Europa: el sí de Italia a la prueba de fuego

¿Es realista perseguir el objetivo del 35 % de energías renovables en Europa para los próximos años? ¿Qué puede hacer Italia? Al día siguiente de la reunión del Consejo Europeo de la Energía, surge la duda de si el aumento del objetivo anterior del 27 al 35% se puede lograr en condiciones de competencia mediada con otras fuentes y sin demasiados sobresaltos. Los ministros de los países miembros han establecido que la meta debe ser vinculante. Pero las buenas intenciones tienen que lidiar, nuevamente, con la desalineación de las políticas energéticas nacionales.. No es casualidad que la propuesta del Parlamento Europeo de directiva sobre eficiencia energética y fomento del uso de renovables fuera un 8% inferior. La armonización de las políticas de suministro y las inversiones específicas sigue siendo fundamental.

El ministro de desarrollo económico de Italia, Luigi Di Maio, dijo que el gobierno se pondrá a trabajar para que otros socios europeos escuchen su voz. España ya está consintiendo. Pero para que la posición de nuestro ministro no se quede en una buena declaración, conviene no cuestionar el marco de la reciente Estrategia Energética Nacional, obra de gobiernos anteriores y apreciada por toda Europa. En este sentido, resuenan las recientes palabras del presidente de Confindustria Vincenzo Boccia de no desmantelar las cosas buenas que se han hecho hasta el 4 de marzo. Hay que esperar iniciativas concretas. Sabiendo sobre todo que Italia no es la Cenicienta de Europa y que en los últimos años se ha avanzado en reconversiones, seguimiento e inversiones públicas.

Las empresas italianas, que también hicieron su aportación a la SEN, han puesto sobre la mesa el nuevo empleo y gasto en la noticia de ayer. Las primeras estimaciones aceptables, elaboradas por Anev, hablan de 132.000 puestos de trabajo y 92 millones de euros de flujos financieros en la UE solo con energía eólica. Sin embargo, hay un vacío legislativo que llenar. Los decretos de implementación de los objetivos ambientales de 2020, que el gobierno de Gentiloni no logró aprobar, aunque necesarios para regular el período 2017/2020. Un año de retraso que está pesando sobre las estrategias y sobre la certeza del dinero a invertir en los ciclos de tramitación. El próximo miércoles en el Parlamento Europeo, los objetivos ambientales post-2020 volverán a ser el centro de las discusiones entre países. Veremos si Italia y España serán los auténticos protagonistas de una nueva temporada europea ecocompatible, en cierto modo de "pele" a las políticas estadounidenses de abandono total de las energías renovables.

El próximo viernes en Roma, con motivo de la día mundial del viento, Anev - Asociación de empresas eólicas - en colaboración con GSE y Terna, reúne a los principales expertos para discutir el papel de la energía eólica hacia 2030. Será interesante entender cómo el nuevo gobierno pretende gestionar la renovación del parque eólico nacional, la simplificación de los trámites de impacto ambiental, el apoyo al sector que clama el presidente Simone Togni. Sólo de pasada recordamos aquí los recursos contra una disposición de la Región de Sicilia que suspende las autorizaciones de nuevas infraestructuras en la isla durante 120 días. Si en Roma no solo hay buenas intenciones, pueden partir de casos como estos para pasar pruebas más ambiciosas.

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