comparte

Petróleo superestrella, el Brent supera los 80 dólares y corre hacia los 90

La carrera en los precios del petróleo parece imparable: esta mañana el Brent superó la barrera de los 80 dólares el barril pero según Goldman Sachs dentro de unos meses, y quizás ya dentro de un año, alcance los 90 dólares el barril -un fenómeno que ha pillado a todo el mundo- al contrario: la demanda inducida por la recuperación de la economía ha crecido y es difícil reiniciar la producción

Petróleo superestrella, el Brent supera los 80 dólares y corre hacia los 90

El precio del petróleo corre, corre. brent esta mañana rompió la barrera de los $80, volviendo a los niveles de 2018, antes de la desaceleración impuesta a las economías por la explosión de la pandemia. Pero los expertos están convencidos de que las cotizaciones están destinadas a no detenerse ahí: la meta de los 90 dólares se alcanzará dentro de unos meses, quizás antes de fin de año, asegura Goldman Sachs. Y es una opinión ampliamente compartida entre los grandes comercializadores de crudo, desde Trafigura, que acaba de renovar el acuerdo que le garantiza el control del crudo angoleño, hasta Vitol, el mayor operador independiente del mercado, muy cerca de los gigantes rusos.

Dice Chris Bake, jefe de comercio: “El mercado ha cambiado profundamente en comparación con hace un par de meses. Ha crecido la demanda de las economías pero, sobre todo, han subido los precios de los potenciales competidores petroleros, con el gas natural a la cabeza”. Además, se acerca el invierno, lo que provocará un nuevo aumento del consumo, hasta un millón de barriles diarios o incluso más, si la temporada es adversa. De ahí la perspectiva de nuevos aumentos con inevitables repercusiones en la inflación. También porque el aumento del crudo sigue al del consumo de materias primas, que se recupera con el fin de la pandemia.

Un fenómeno parcialmente previsible, pero que, por su tamaño, pilló desprevenidos a economías y gobiernos empeñados el pasado verano en la búsqueda de sustitutos de la energía fósil para utilizar ya en un futuro próximo, no después de 2030. Un objetivo ambicioso, quizás demasiado por lo que ha llevado a los protagonistas a subestimar los efectos del fin de la emergencia del Covid-19. Impulsado por la búsqueda de fuentes alternativas, los grandes actores del mercado, empezando por Big Oil, han ralentizado las inversiones en nuevas investigaciones dirigiendo la actividad hacia el comercio, siguiendo el ejemplo de Shell, que acaba de vender sus pozos de petróleo de esquisto bituminoso a Conoco.

Mientras tanto, tanto por los efectos devastadores de los huracanes en EE. UU. y el Golfo de México, como por las crisis financieras y los riesgos políticos que han frenado las inversiones en países como Nigeria o Mozambique, está teniendo dificultades para distribuir el crudo. suministro de petróleo de algunos productores. Solo una drástica reanudación de la producción por parte de la OPEP+, muy por encima de los 400 barriles acordados por el cartel para los próximos meses, podría paliar el hambre de crudo que amenaza la recuperación de la economía mundial. En la apelación, según los expertos, faltan al menos 500 barriles. Pero el cálculo se complica por las carencias logísticas que están afectando a la recuperación, empezando por la dramática situación de algunos pulmones industriales de China, obligados a parar por la falta de gas natural y carbón.

Por tanto, no se descarta que la carrera pueda continuar hacia nuevos máximos, especialmente si otros sectores, como el tráfico aéreo, vuelven a la normalidad. Será cuestión de ver, llegados a ese punto, cómo reaccionarán los bancos centrales.

Revisión