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Pensiones, Cuota 100: así cuesta realmente

Un trabajador que adelanta su pensión con la Cuota 100 le cuesta al sistema de seguridad social una media de 2 brutos mensuales, es decir, 48 (52 para las mujeres) en relación a la duración media del anticipo

Pensiones, Cuota 100: así cuesta realmente

“Datos que, en su conjunto, certifican por tanto la estabilidad del sistema, al menos hasta el 31 de diciembre de 2018: sin embargo, el impacto de la Cuota 100 aún debe evaluarse tanto sobre el número total de pensionistas como sobre la delicada y fundamental ratio activos/jubilados". Estas son las consideraciones finales de la nota de prensa con la que, en los últimos días, el autorizado Centro de Estudios de Itinerarios de la Seguridad Social anunció la próxima presentación del séptimo informe sobre el gasto en pensiones. Básicamente, según el think tank de Albero Brambilla, el sistema aguanta la respiración a la espera de que se resuman los efectos de las medidas lanzadas por el gobierno verdiamarillo y heredado, sin decir abucheo, del ejecutivo presidido por Giuseppe(i) Conti (con el número 2 estampado en la valija). De modo que los problemas permanecieron, tanto en el presente como en la perspectiva. Veamos por qué. Procesando los datos de seguimiento del INPS sobre las medidas de contrarreforma - en el ámbito de la seguridad y asistencia social - contenidas en el ''decreto de las dos banderas'' (dl n.4/2019) del gobierno Conte 1, surgen aspectos interesantes prácticamente ignorados por el debate que llevó a la exclusión de supresiones o modificaciones en la ley de presupuesto. Sin embargo, bastaría observar las dos tablas que se publican en este artículo con un mínimo de honestidad intelectual.

Tabla 1. Solicitudes recibidas y aceptadas - detalle de sexo, edad media y duración media de las tres medidas introducidas por el Decreto Ley 4/2019 transformado en Ley 26/2019

Tabla 2. Solicitudes admitidas - detalle del importe medio por gestión y por género de las tres medidas introducidas por el Decreto Ley 4/2019 transformado en Ley 26/2019

Examinemos, uno por uno, los temas. 

La discusión sobre la cuota 100 fue objetivamente propaganda porque pretende ''recortar'' la medida más conocida por la opinión pública y debatida hasta la extenuación en los programas de entrevistas. Como es sabido, se trata de una derogación experimental y de tres años, que permite adelantar el tratamiento de antigüedad haciendo valer (los requisitos son fijos y ambos necesarios) al menos 62 años de edad y 38 años de antigüedad contributiva. El hecho es que el enfrentamiento en el seno de la mayoría ignoró (¿por ignorancia u oportunismo?) otra medida contenida en el decreto: el bloque hasta finales de 2026 a los 42 años y 10 meses de servicio (un año menos para las mujeres) que la jubilación ordinaria independientemente de la edad (según las reglas de la reforma Fornero). En breve el aumento automático de las necesidades se ha suspendido hasta el 1 de enero de 2027 como resultado de la dinámica de la esperanza de vida. Por lo tanto, incluso si se hubiera suprimido la cuota 100 (cosa meritoria y sabia) dejando la otra salida prevista sin cambios durante un buen número de años, el gobierno se habría limitado a cerrar una ventana y dejar la puerta abierta.

Pero lo mejor aún está por venir. Los datos prueban que generaciones de los los baby boomers, que comenzaron a trabajar temprano y de manera estable y continua, no están atados a la cuota 100, porque ahora pueden acogerse a la jubilación anticipada ordinaria con los requisitos bloqueados. Y son capaces de hacerlo (ver tabla 1) a una edad media efectiva (62 años) inferior a la edad igualmente media y efectiva (64 años) de los ''quotacentisti''. 

Se dirá que los datos promedio siguen la filosofía de Trilussa, pero no hay otra manera de hacer consideraciones de carácter general, sobre todo porque las tablas de seguimiento resumen casos concretos de solicitudes presentadas y aceptadas. El mismo argumento se aplica también a los importes medios mensuales de los tratamientos prestados. Así podemos establecer cuanto le cuesta al sistema un pensionado a 100, teniendo en cuenta los meses de antelación que disfrutó. Si la duración media del anticipo es igual a 24 meses (tab.1) es suficiente multiplicar el importe medio del tratamiento por este número (tab.2). En el caso de un empleado podemos redondear, para todos los tipos, a 2 brutos mensuales que se convierte en 48 en relación a la duración media del anticipo. Por supuesto, con el tiempo habrá una recuperación porque el subsidio de pensión descontará el monto inicial más bajo. Pero en el trienio de experimentación ese es el 'costo' efectivo de un 'cuotacentista'. La operación puede repetirse para otros tipos de retiro. Es interesante notar que en el caso de la opción mujer, los meses de anticipación (efectivos, repetimos) pasan a ser 52.

Finalmente, tarde o temprano será necesario entender cuáles serán las "reglas de compromiso"", vigente a la conclusión del período de prueba, cuando - rebus sic stantibus – Volveremos al régimen de Fornero. Aquí hay una "escalera" demasiado alta que aparece en el horizonte. De esta forma -incitando a la opinión pública como es habitual- se crearán las condiciones para exigir una revisión estructural a la baja de los requisitos de jubilación, echando por tierra todas las previsiones sobre la incidencia decreciente del gasto en pensiones sobre el PIB elaboradas en los últimos años, a son de reformas. Sin embargo, cuando uno se encuentra con un escalón más alto que los demás, la solución no puede ser simplemente bajarlo (como hizo el gobierno de Prodi en 2007). Sería más virtuoso crear un camino de ascenso armonioso, elevando los pasos anteriores según sea necesario. Y esto es exactamente lo que, al menos por ahora, el gobierno ha evitado hacer. 


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