“La libertad de conciencia puede existir en materia constitucional y se le ha reconocido a quienes votaron diferente al grupo en el proyecto de reforma del Senado. Sin embargo, no hay ninguna sobre la ley electoral, que es un tema político”. Así el presidente del Partido Demócrata Matteo Orfini respondió a los de la minoría Pd que invocan el derecho a disentir en el voto de Italicum, a la que llega, por tanto, la aceleración de Matteo Renzi.
El primer ministro de hecho desafía Minoría Pd y Ncd volviendo a poner la ley electoral en el campo: para aprobarlo en mayo, dentro de las regionales y permanentemente, probablemente. La dirección del Partido Demócrata convocada por el secretario-primer ministro para el lunes por lo tanto, podría formalizar con un voto que el texto de Italicum ya no se puede cambiar.
“El texto actual de la ley electoral –subraya Orfini– lo hemos reescrito según las decisiones tomadas en los órganos de gobierno del Partido Demócrata. La Italicum 1.0 era algo diferente a la ley emitida por el Senado, que ha aceptado numerosos cambios. Entonces a todos puede que no nos gusten algunos elementos: no me gusta el doble turno, pero lo voto”.