El Parlamento y los gobiernos de la Unión Europea han llegado a un acuerdo sobre nueva legislación para la supervisión bancaria. Así lo anunciaron los negociadores, incluido el Comisario de Mercado Interior, Michel Barnier.
El acuerdo alcanzado hoy deja sustancialmente sin cambios el diseño de supervisión bancaria definido por el Consejo: la supervisión exclusiva se confía al Banco Central Europeo (de hecho a un consejo creado en su seno) y afectará a bancos que tengan activos de al menos 30 millones de euros o el 20% del PIB del país o que operen en al menos dos estados. La EBA (autoridad bancaria europea), que desde la supervisión única encomendada al BCE pierde muchos poderes, tendrá la posibilidad de armonizar las reglas en toda la Unión Europea y pedir pruebas de estrés ad hoc.
“Es un hito de la unión bancaria -dijo el comisario de Mercado Interior Michel Barnier- que ayudará a prevenir todas las crisis bancarias, como las que hemos presenciado hasta ahora, incluida la de Chipre”. La entrada en vigor debe ser el 1 de marzo de 2014.