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Observatorio político SWG: orientaciones electorales y primavera en el valle del Po

INFORME GTS – La Liga Norte se lame las heridas y, gracias a la credibilidad de Maroni, contiene la hemorragia del consenso, bajando al 7% en intención de voto, según el Observatorio Político del GTS – El Pd, que paga la reforma laboral, mientras IDV y Los PDL avanzan: el movimiento de 5 estrellas de Beppe Grillo gana fuerza, con un 7 %.

Observatorio político SWG: orientaciones electorales y primavera en el valle del Po

laObservatorio político de SWG, en los primeros días de lo que la relación define la Primavera de Padana, el año cero de la Liga Norte, perfila con sus números un cuadro compuesto y fascinante de la situación política, atravesado por tendencias rapsódicas y humorísticas, que siguen las oscilaciones de la actualidad cotidiana y su cola de escándalos como un barco en una tormenta.

En cuanto a las intenciones de voto, la caída más sustancial, como era natural, fue el de la Liga, que pasó del 10,5% en febrero, antes del tsunami de Belsito, al 7% hoy, acompañado del derrumbe vertical de la confianza en su, ahora ex, líder máximo Umberto Bossi, hundida al 13%.

A pesar de todo,  la Liga ha mostrado un buen agarre. El precio natural a pagar por los escándalos ha sido, sin embargo, contenido tanto por el orgullo partidario, porque "no se tira una identidad sin intentar reaccionar", como por la gran credibilidad de la que goza, de momento, Maroni, que gracias a un reciente repunte puede presumir de un nivel de confianza del 35% lo que habla claramente de apreciaciones personales que van más allá de los límites partidistas.

Entre otras fuerzas políticas también bajan los consentimientos del Partido Demócrata, lo que paga las expectativas de su electorado sobre la ley laboral, mientras recupera algo PDL e IDV.

La parábola también es interesante. índices de aprobación del primer ministro Mario Monti, que alcanzaron un máximo del 71 % el 17 de noviembre y ahora están estancados en el 47 %, una cuota inalcanzable, hasta la fecha, por todos los demás líderes políticos.

Monti, además de los recortes y la rigidez, está pagando la persistencia de la crisis, contra las esperanzas de muchos italianos que probablemente esperaban un golpe de varita mágica y una pizca de credibilidad para resolver la mayor depresión económica de los últimos ochenta años.

Sin embargo, al agrupar las intenciones de voto por agrupamiento, el centroizquierda se mantiene esencialmente estable en comparación con el 44% en junio de 2010. mientras que el centroderecha, en el mismo periodo, pasó del 48,5% al ​​34,5% (aunque los italianos siempre han sido más derechistas de lo que les gusta admitir), mientras que el tercer polo se sitúa en el 12%.

Entre los otros partidos, sin embargo, el auge del Movimiento 5 estrellas de Beppe Grillo continúa, de vuelta sobre la brecha en el último período, confirmando la creciente intolerancia de los votantes italianos hacia todo lo que huela demasiado a la Segunda República y a la política pasada de moda, esperando que las elecciones administrativas despejen las cartas sobre la mesa y, quizás, para un paso atrás en la financiación de los partidos y una mayor transparencia, puede revertir esta tendencia.

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