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No de Maroni, el centroderecha se divide por la amnistía

El secretario de la Liga: "No me gustan estos golpes en la esponja" - Sobre la propuesta de devolver el Imu pagado en 2012: "Absolutamente aceptable" - Monti critica las promesas de Berlusconi: "Soy una albóndiga envenenada, que tendrá consecuencias graves.

No de Maroni, el centroderecha se divide por la amnistía

El frente de centroderecha se divide por la amnistía. La propuesta de Silvio Berlusconi, de hecho, recibe el no de la Liga Norte, por boca del secretario Roberto Maroni, en conexión telefónica con "Radio anch'io": "No me gustan las amnistías, No me gustan estos tiros de esponja, por lo que no expreso mi consentimiento a propuestas de este tipo".

Maroni admite entonces que quiere profundizar en la propuesta, pero reitera: “Prefiero seguir otro camino, que es el del programa: combatir la evasión fiscal a través del conflicto de intereses, es decir, la posibilidad de deducir y deducir cualquier recibo por los servicios prestados para permitir que los que gastan lo hagan y para obligar a los que prestan los servicios a emitir una factura regular".

Por otro lado, sobre la restitución del Imu pagado en 2012, el candidato a gobernador de Lombardía se mostró favorable, recordando además que la supresión del impuesto municipal sobre la primera vivienda ya está prevista en el programa de la Liga: "Berlusconi está el jefe de la coalición y dice algo absolutamente aceptable, estamos en contra del Imu. La devolución del IMU ya pagado me parece una buena idea”. Además, a Maroni le gusta "la propuesta de dónde ir para conseguir el dinero: hacer las paces con Berna".

No dejó de expresarse sobre el tema también. Mario Monti. El líder de Elección Cívica arremetió contra Berlusconi y su "propuesta de choque", destacando además la pronta recuperación del diferencial tras las declaraciones del líder del PDL. El primer ministro saliente alerta sobre el riesgo de un retroceso de la crisis por las "convulsiones de promesas milenarias en la campaña electoral", para luego cerrar hablando de una "albóndiga envenenada, que tendrá graves consecuencias". Una albóndiga que, según las últimas encuestas, los italianos parecen dispuestos a tragar.

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