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Nestlé retira los raviolis y tortellini de Buitoni del mercado italiano

El escándalo de la carne de caballo también estalla en Italia: Nestlé ha decidido retirar los raviolis y tortellini de ternera de los anaqueles italianos (pero también españoles) Buitoni, empresa encabezada por el gigante de la alimentación - Una decisión, revela el Financial Times, tomada tras los rastros de 1 Se encontró un % de ADN de carne de caballo.

Nestlé retira los raviolis y tortellini de Buitoni del mercado italiano

El escándalo de la carne de caballo también llega a Italia. Nestlé ha decidido retirar de los lineales italianos (pero también españoles) los raviolis y tortellini de ternera Buitoni, empresa propiedad del gigante alimentario. Una decisión, revela el Financial Times, tomada después de que se encontraran rastros del 1% de ADN de carne de caballo.

Habiendo informado a las autoridades los resultados de las pruebas, Nestlé aseguró: "No hay problemas de seguridad alimentaria". Los productos retirados serán sustituidos por otros "que las pruebas confirmarán que son 100% vacuno", añadió Nestlé en una nota, en la que especifica que se han suspendido todas las entregas de productos terminados con vacuno de la alemana HJ Schypke por uno de nuestros proveedores”. “Estamos reforzando los controles de calidad con nuevas pruebas. Garantizar la calidad y la seguridad de nuestros productos siempre ha sido una prioridad para Nestlé. Pedimos disculpas a los consumidores y aseguramos que las acciones tomadas para abordar este problema darán como resultado estándares más altos y una mejor trazabilidad”, agregó Nestlé, especificando que las 'Lasagnes a la Bolognaise Gourmandes' producidas también se retirarán de la venta en Francia.

La difusión del escándalo de la carne de caballo en hamburguesas y lasañas ha llevado a la Unión Europea a salir al campo y aprobar una andanada de pruebas a la carne de vacuno para comprobar su composición. Pruebas con respecto a las cuales Italia, el principal consumidor de caballos en Europa, expresó una opinión opuesta. El único país europeo en hacerlo. La actitud de Alemania es la contraria, que -informa el Financial Times- seguirá un plan de diez puntos que va más allá de lo establecido en Bruselas para comprobar la posible presencia de otros aditivos no declarados. Mientras tanto, la industria de las hamburguesas siente los efectos de la crisis: en la semana que terminó el 2 de febrero, las ventas de hamburguesas congeladas en Inglaterra, donde comenzó la crisis, cayeron un 40% y dos tercios de los británicos -según una encuesta de Nielsen-. dijeron que estaban en contra de comprar carne congelada en el futuro.

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