Las motos italianas fallan y frenan bruscamente. En julio, las matriculaciones cayeron un 23,3% anual, deteniéndose en una cota de 29.549 vehículos. Según los datos difundidos por Confindustria Ancma, el mayor descenso se ha producido en los ciclomotores y scooters, que registran un desplome del 26,9 y 26% respectivamente. Relativamente mejor fue el desempeño de las motocicletas, que de todos modos registró una importante contracción (-15,8%). Cifras aún más negativas si tenemos en cuenta que en promedio el mes de julio vale el 13% del total de las ventas anuales.
“No ha cambiado el enfoque negativo de este año, que ve una reducción del mercado a los niveles alcanzados a finales de los años 90 – comenta Corrado Capelli, presidente de Confindustria Ancma -. No es solo la ausencia de incentivos lo que deprime las ventas, sino la importante falta de ingresos disponibles lo que lleva a los clientes a recurrir al mercado de segunda mano. De hecho, los cambios de propiedad aumentaron un 4% y los volúmenes casi se duplicaron en comparación con el nuevo mercado. Sin embargo, para recuperar el terreno perdido, los esfuerzos de los fabricantes por desarrollar motocicletas y scooters innovadores tanto en términos de seguridad como de compatibilidad ambiental no son suficientes; es necesario frenar la creciente presión fiscal que afecta a los costes de explotación a través de los impuestos especiales sobre los carburantes, aumentos de las primas de seguros, tasas de matriculación y peajes en las autopistas”.