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Monti reabre el juego: no candidatura, sí primer ministro por reformas y por Europa

El Profesor reabre el juego político: no se pondrá del lado de nadie y no permitirá que ninguna lista utilice su nombre, pero está dispuesto a encabezar una coalición y volver a ser primer ministro si se lo ofrece una mayoría de fuerzas políticas que comparten su Agenda basada sobre las reformas y Europa

Monti reabre el juego: no candidatura, sí primer ministro por reformas y por Europa

Candidatura no, pero presidencia sí. Con su rueda de prensa de fin de año, Mario Monti no disipó todas las dudas sobre su futuro político, pero dejó algunas apuestas muy claras (en particular, su no al ilusionismo de Berlusconi) y, de hecho, reabrió el juego. El Profesor excluyó su candidatura en las elecciones ("No estoy del lado de nadie"), tanto por mantener un perfil institucional imparcial como por ser senador vitalicio, y precisó que no quería ceder el uso de su nombre a cualquier lista electoral, pero lanzó su Agenda (“Cambiar Italia, reformar Europa”) declarándose disponible –esta es la verdadera noticia del día– para liderar una coalición o asumir el cargo de primer ministro en el futuro Parlamento si la mayoría se lo pide. . Una coalición o una mayoría que, si la hay, sólo puede ser de centroizquierda porque su cesura con Berlusconi y con el ilusionismo de la derecha antieuropea o euroescéptica no puede ser más clara. Cambio y Europa, austeridad y desarrollo: la plataforma programática de Monti, resumida en la Agenda, no puede ser más clara.

Veremos en las próximas horas qué respuestas recibirá Monti de las fuerzas políticas sobre el fondo de su Agenda y cuál será su camino futuro, que no excluye su renovado compromiso político e institucional pero que inevitablemente deja todos los contornos de su camino futuro impreciso. No cabe duda -y esto también es nuevo- de que Monti no piensa en grandes coaliciones y mayorías "extrañas" que van de derecha a izquierda pero que se sitúan firmemente en la estela del reformismo europeo, que excluye a Berlusconi pero también a las derivas de populismo de izquierda de Vendola y la CGIL.
Pronto veremos qué formas tomará la renovada voluntad de Monti de dirigir o representar al país, también porque el tiempo que nos separa de las elecciones de finales de febrero se está acabando, pero la suerte está echada y será interesante ver si la iniciativa del Profesor ayudará a desmantelar los polos políticos tradicionales y sacar a la palestra no el tradicional desafío entre derecha e izquierda sino entre conservadores y reformistas. Así que ahora les toca a las fuerzas pro-europeas, donde sea que estén ubicadas (desde el Pdl hasta el Pd central) dar un paso al frente.

En resumen, reformistas italianos, si están ahí, den un golpe.

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