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Milán, migrantes: la marcha de los 100 mil

Miles marchando por la acogida y contra los muros discriminatorios: la iniciativa impulsada por la ciudad basada en el modelo Barcelona es un éxito – Al frente de la procesión Emma Bonino y el alcalde de Milán Giuseppe Sala – Algunas protestas desde los centros sociales – Salvini: “ Marcha hipócrita y marcha de los invasores”.

Milán, migrantes: la marcha de los 100 mil

“Somos 100 mil”. En Milán la manifestación a favor de la acogida de los inmigrantes, siguiendo el modelo de la marcha antirracista de Barcelona, ​​propuesta por el concejal milanés de Bienestar Pierfrancesco Majorino y por asociaciones del tercer sector. Es el propio Majorino quien indica el primer número de participación, que crece y llega a 100 mil, anunciado por los organizadores a la multitud: "Y muchos saludos a Salvini". Aplausos. “Hoy decimos que no vamos a volver atrás. No construiremos nuevos muros y divisiones con los ladrillos de la intolerancia”, palabras del presidente del Senado Piero Grasso. “Los que nacieron en Italia, estudian en Italia, son italianos”. También llega el tuit del primer ministro Paolo Gentiloni: "Gracias Milán, seguro y acogedor".

A la cabeza de la procesión Emma Bonino y el alcalde de Milán Giuseppe Sala. Con ellos bajo la bandera del evento también el alcalde de Bérgamo Giorgio Gori. Entre las personalidades que desfilaron, Maurizio Landini el secretario de Fiom, el diputado de Pd Emanuele Fiano. En la procesión también desfiló una embarcación auxiliar, símbolo del trayecto que afrontan los migrantes para llegar a la costa italiana. “Con solidaridad y aceptación -dijo Sala- habrá justicia”. “Quiero ser alcalde de una ciudad -prosiguió- que piensa en crecer y piensa cada día en ser mejor y más bella, pero este éxito sólo puede ir asociado a la solidaridad”. El alcalde explicó entonces que tiene que haber “derechos para los que llegan y derechos para los que ya llevan un tiempo -concluyó-, se pueden hacer las dos cosas juntas. Como ciudadano y como alcalde no me gustaría quedarme en una ciudad demasiado cínica que piensa solo en sí misma".

La condena de Salvini: "Una marcha hipócrita y una marcha para los invasores". La procesión partió de Porta Venezia, pasó por las murallas de Porta Nuova, Piazza della Repubblica, Porta Volta, pasó por el Civic Arena y el Parque Sempione, y terminó en Piazza del Cannone. No hubo objeciones por el alma más 'enojada' de la procesión -los centros sociales- que había prometido sacar a la luz la oposición a las "leyes discriminatorias hacia los extranjeros: Bossi-Fini, Turco-Napolitano, Minniti-Orlando".

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